El estar junto a la presidencia de San Pedro Garza García convirtió a esta casa, ubicada en la calle Juárez 430, en el Casco Urbano, en un testigo mudo de la historia de este pujante municipio, y es que desde 1870 ha sido y sigue siendo parte de la vida de los sampetrinos.
Considerada de acuerdo con el Catálogo de Patrimonio Cultural de San Pedro Garza García como una de las piezas invaluables del municipio, hoy la casa se encuentra en mantenimiento, pues el paso de los años se lo exige.
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La vivienda de sillar, que es identificada en el catálogo municipal como Casa Valentín Verástegui, ha permanecido en poder de la familia de ese apellido hasta nuestros días.
De los habitantes originales de la vivienda, se sabe que ahí crecieron Alfredo Verástegui y José W. Verástegui, hijos de don Valentín Verástegui y doña Benigna Siller.
Estos vecinos tuvieron papeles destacados en el desarrollo de la comunidad sampetrina, al ostentar puestos importantes dentro del Gobierno municipal.
“La casa tiene más de 200 años, ha sido de la familia Verástegui, aquí nació mi esposa, y es una casa que vale, pero (con las adecuaciones en el Casco) las autoridades nos han maltratado mucho”, dijo Braulio Gerardo González Salinas, quien habita en esa vivienda histórica.
El hombre reconoce que los cambios en el Casco le han traído problemas a su familia, pues antes tenían la opción de estacionarse frente a la casa y hoy eso ha quedado en el olvido.
“La obra es muy buena, todo lo que hicieron, pero nada funcional. Por ejemplo, aquí en la casa, en la casa de Juárez 430, nos estacionábamos (enfrente) y ahorita no nos podemos estacionar, ese es un problema (...) como le comento, es muy buena la obra, pero nada funcional”, reiteró.
Miguel Treviño no atendió a vecinos del Casco
El señor Braulio agregó que él y sus vecinos buscaron dialogar con Miguel Treviño, pero no fueron atendidos, sobre el tema de estacionamiento en el sector, que es principalmente habitado por personas de la tercera edad.
“Él (Miguel Treviño) es una persona que nunca nos quiso recibir ni nos va a recibir nunca. Ya no hacemos el propósito porque él nunca quiso atendernos, nunca quiso oírnos. Él hizo las cosas a su manera porque dijo (el proyecto del Casco): ‘Se va a hacer porque se va a hacer’, y lo hizo a su manera”, refirió el vecino sampetrino.
De acuerdo con el sitio web oficial del ayuntamiento, la vivienda de sillar sirvió para las reuniones en las que se concretó el cambio de villa a municipio.
“En el año de 1870 se reunían en esta casa los vecinos que se organizaron para que la Hacienda San Pedro fuera convertida en municipio. Estuvieron trabajando 12 años en esto, pues no era suficiente el número de pobladores exigidos”, refiere el sitio web.