Alan “N”, empresario de San Miguel de Allende y dueño del parque acuático “Escondido Place”, enfrentará en libertad el proceso penal en su contra por el delito de homicidio en grado de tentativa contra servidores públicos.
Así lo determinó un juez durante la audiencia celebrada este viernes 4 de abril, luego de que el imputado fuera vinculado a proceso por los hechos ocurridos el pasado 11 de marzo, cuando su hija de 8 años, Alana, murió en un tiroteo durante un operativo de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato.
Durante la audiencia, el juez resolvió no imponer prisión preventiva, por lo que se prevé que el empresario sea liberado durante las próximas horas, al igual que su chofer y escolta Hermilio “N”, acusado de los mismos cargos y quien también enfrentará el juicio en libertad.
Sin embargo, las autoridades advierten que, una vez que Alan “N” recupere su libertad, la Fiscalía podría ejecutar una segunda orden de aprehensión pendiente por el delito de feminicidio en grado de tentativa, esta vez en agravio de su hermana.
¿Cómo pasaron los hechos?
El 11 de marzo de 2025, elementos de la Fiscalía intentaron cumplir una orden de aprehensión contra Alan “N”, quien en ese momento trasladaba a sus dos hijas a la escuela a bordo de una camioneta, acompañado de su escolta.
Según las investigaciones, al notar la presencia de los agentes, el empresario y su chofer intentaron evadir el operativo y abrieron fuego, lo que derivó en un enfrentamiento. En el intercambio de disparos, la menor Alana, a un día de cumplir nueve años, perdió la vida.
Alan “N” ha declarado que los agentes nunca se identificaron como autoridades y que pensó que se trataba de un ataque del crimen organizado, lo que, según su defensa, justificaría la reacción armada.
Pese a esta versión, el pasado 19 de marzo, un Juez de Control vinculó a proceso tanto a él como a su escolta por homicidio en grado de tentativa contra los agentes.
Nueva audiencia está pendiente
Además del proceso en curso, Alan “N” aún deberá comparecer por una audiencia de vinculación relacionada con un segundo delito: feminicidio en grado de tentativa en contra de su propia hermana.
La denuncia habría surgido a raíz de conflictos por la herencia familiar, particularmente por el control del parque acuático “Escondido Place”, uno de los más reconocidos en la región.
El caso ha generado gran indignación en la opinión pública, especialmente por la muerte de la menor Alana y la forma en que se desarrolló el operativo.
Organizaciones civiles han exigido transparencia en el proceso judicial, así como una investigación imparcial que esclarezca los hechos y determine las responsabilidades tanto del empresario como de las autoridades involucradas.