Una joven identificada como Laura Islas hizo público un acto de discriminación que sufrió en el restaurante La Docena, ubicado en avenida Homero, en la colonia Polanco de la Ciudad de México.
La afectada expuso vía "X" que se encontraba en una videollamada cuando fue acusada de tomarle fotos a un grupo de mujeres, y que durante el altercado el personal la discriminó por su tono de piel.
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La víctima de este acto de racismo relató en un hilo de “X” (antes Twitter) que se encontraba dentro del restaurante La Docena junto con algunos compañeros, salió a la terraza del lugar para atender una llamada, e inclusive una mesera le autorizó ocupar una mesa para atender su videollamada.
“Me senté y me conecté en mi celular, con mis audífonos”, más tarde se percató de una mujer que le tomaba fotos a ella, pero no le prestó más atención, ya que, por el ángulo, Laura pensó que se trataba de un malentendido y que la mujer sólo se tomaba una selfie con sus amigas, y continuó en su llamada.
Pero momentos más tarde, la mujer y tres personas más reclamaron a Laura el haberles tomado fotografías, “Yo no entendía y les dije que estaba en una videollamada. Todavía, para calmar la situación, me acerqué y les mostré la pantalla donde se veía que estaba conectada”, comparte.
Laura fue perseguida por el grupo de personas, quienes pedían que les mostrará su galería de una forma prepotente, al tiempo que le tronaban los dedos y la agredían de forma verbal. Laura fue acusada falsamente con un mesero, quien le exigió abrir su galería y se puso de parte del grupo.
“Le pedí que le hablara al gerente y me dijo que él era”, recuerda Islas, sus amigos se percataron del problema y salieron a auxiliarla y el mesero reconoció que se puso de parte de ellos por tratarse de comensales, categoría que Laura compartía con ellos.
Ella y su grupo de amigos tuvieron que retirarse del lugar porque las burlas y gestos continuaban desde la mesa de los agresores y el restaurante nunca hizo nada.
“El restaurante La Docena de #Polanco, en #CDMX, es uno de los peores lugares porque permiten la discriminación, te criminalizan y avalan que otras personas te traten como si fueras de segunda categoría”, denuncia Laura en su cuenta de “X”.
Así mismo, señala que los comensales y el personal la trataron así por su tono de piel, “a una persona más blanca, figura más estilizada y de clase media alta, NUNCA la hubieran tratado ni hablado así, y mucho menos el mesero, que también compartía mis rasgos”, compartió Islas.
CHZ