Las puertas de la Parroquia de la Asunción estuvieron cerradas, como todas las demás en el estado tras la Fase 2 de contingencia para prevenir el contagio de coronavirus en la entidad, aunque eso no fue impedimento para que una decena de creyentes católicos acudieran a comprar sus palmas, símbolo religioso en Domingo de Ramos.
Azucena Ramírez adquirió una cruz hecha de palma, "para que proteja a mi familia y a mi del coronavirus, que se acabe la cuarentena", indicó, mientras otras pocas personas realizaban lo mismo.
"Es importante para mí tener una cruz de palma en casa, porque es símbolo de la bienvenida a Jesús y sus bendiciones", señaló María Hernández, quien dijo que seguirá las misas en línea.
Sólo dos vendedoras de estos artículos acudieron esta mañana al atrio de la iglesia, "porque de aquí saldrá para la comida de nuestras familias", aseguró una vendedora que ofrecía estos ramos en 25 pesos.
En la calle aledaña al mercado 1 de Mayo, dos vendedoras de estos artículos ofrecieron las cruces pequeñas en 10 pesos, aunque en esta ocasión, en la calle López Rayón, donde fueron colocados en años anteriores vendedores de este artículo religioso, se mantuvo vacía.