Hasta cuatro familias se alimentan con la venta de un cocodrilo durante una semana, acción que ha llevado a residentes de varios sectores a cazar y comercializar a los saurios para obtener recursos económicos.
El delegado del sur de Altamira, Bernando Javier Hernández de la Torre, comentó que en colonias como la Santa Elena, Nuevo Madero y Contadero, donde el índice de pobreza es alto, lo cual ha orillado a pescadores a cazar y comercializar cocodrilos para subsistir.
Señaló que tienen la creencia de que el aceite y la carne cura diabetes y cáncer, por lo que a pesar del riesgo, se dedican a atrapar a los saurios para sacarles provecho.
“Sí las familias siguen capturando cocodrilos para venderlos, comercializan la piel y tienen la creencia popular de que la carne y la grasa de estos animales son medicinales, eso y la necesidad de agenciarse un poco de recurso con la venta de la carne, la venta de la grasa, pues orilla a los residentes de algunas colonias a cazar para matarlos y después venderlos”, explicó.
Resaltó que dichas colonias están rodeadas por vasos de agua infestados de cocodrilos, por lo que es más común que sean estos residentes los que más se dediquen a la venta de la carne y grasa de los saurios.
Dijo que uno de los principales motivos que orilla a las familias a realizar esta práctica es el alto índice de pobreza que tienen, así como la creencia de que el aceite y la carne ayuda a curar algunas enfermedades como la diabetes y cáncer.
Refirió que al mes los residentes cazan hasta tres cocodrilos de 2 a 2.5 metros de largo, y cada uno sirve para alimentar hasta cuatro familias durante una semana.
ELGH