Con la tarea de retratar la cotidianidad con que laboran los mercados sobre ruedas de la Ciudad de México durante la emergencia sanitaria por el coronavirus, acudimos al tianguis Pensador Mexicano de la alcaldía Venustiano Carranza, poco antes de las 14:00 horas.
Llegamos a la zona sin problemas. El equipo estaba integrado por el camarógrafo Alejandro Ontiveros, la fotógrafa Araceli López y yo como reportera. Mis compañeros comenzaron a realizar su trabajo gráfico, sin estorbar en los pasillos y respetando la sana distancia, filmaban a compradores, locatarios y productos que se comercializan.
Yo conversaba con algunos locatarios sobre la disminución de sus ventas, las necesidades a las que se enfrentan, entre otros temas, cuando se suscitó la agresión.
Cinco minutos después de hacer entrado al tianguis, a unos pocos metros frente al camarógrafo Ontiveros, un hombre corpulento con camisa azul con cuadros, lanzó insultos y gritó que era “el líder y encargado del tianguis y ustedes no pueden grabar aquí”.
Ante estos hechos, nos presentamos como trabajadores de Grupo MILENIO, incluso mostramos nuestras acreditaciones de prensa, pero no se nos permitió dar explicaciones y el hombre con voz amenazante ordenó: “tú puedes grabar de allá, de acá no”.
Tras decir esto agredió a mi compañero camarógrafo, intentó quitarle la cámara de video, al no lograrlo y darse cuenta que no podía, pidió apoyo a sus compañeros: “échame la mano porque esto nos va a afectar, güey, ellas también, échamelas, esto es para darnos en la madre, güey”.
Llegaron más y a golpes y empujones no sacaron del tianguis, mientras intentaban arrebatarle la cámara fotográfica a Araceli López, además de nuestras mochilas, incluso los teléfonos, con los cuales grabamos la agresión.
Salimos de ahí sin realizar nuestro trabajo y llegamos a la alcaldía Venustiano Carranza a denunciar lo ocurrido. Las autoridades respondieron enviando dos patrullas a la zona y de inmediato llegó el coordinador territorial de la alcaldía, Enrique Taboada.
Al final nos retiramos del lugar acompañados por elementos de seguridad para evitar más agresiones, con golpes y sin una historia qué contar sobre la situación del tianguis, pero sí una sobre sus líderes y dirigentes.
Además de golpes y empujones, nuestro compañero Alejandro sufrió un rasguño con un cuchillo en la espalda que afortunadamente, no requirió atención médica adicional.
Así las cosas en Pensador Mexicano.
EB