Alrededor de 500 personas dentro de la Basílica de Guadalupe y decenas de familias en el Atrio de las Américas presencian cada una de las misas dominicales a menos de 24 horas de que la Ciudad de México entre a color rojo del semáforo epidemiológico por covid-19.
Salvaguardando la sana distancia y las medidas de sanidad, los trabajadores del Templo Mariano se enfrentan a los fieles que llevan mal puesta la mascarilla o los que se rehúsan a usarla.
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Para mantener el orden a la hora de desalojar el recinto religioso, Juan Franco, responsable de Protección Civil del recinto Mariano, con micrófono en mano comenzó a dar indicaciones a los fieles dentro del templo: "Los trabajadores de la Basílica de Guadalupe le damos las gracias por su visita y les exhortamos a cuidarse y cuidar de los suyos, que Dios los bendiga".
Para poder atender al gran número de fieles que buscan escuchar misa, las autoridades de la Basílica de Guadalupe han implementado las misas en la capilla abierta para que los fieles puedan escuchar la Homilía en el Atrio, guardando la sana distancia y para evitar aglomeraciones.
Para poder comulgar, los fieles que escuchan misa en el Atrio se acercan a la antigua Basílica, donde sacerdotes reparten las hostias consagradas siguiendo los protocolos por coronavirus.
Hasta el momento, las autoridades de la Basílica de Guadalupe no han emitido algún comunicado sobre los lineamientos que se van a llevar a cabo una vez que la ciudad vuelva a semáforo rojo, pues el año pasado el Templo Mariano cerró sus puertas para evitar contagios de covid-19.
FS