De la chinampa a tu casa: ayudan a distribuir cosechas de productores de Xochimilco

“El tlacuache chinampero" es un proyecto integrado para entregar verduras y frutas frescas y sin productos químicos que se cosechan en chinampas de Xochimilco; la lista de artículos también incluye tlacoyos y tamales.

Gran parte de la cosecha terminaba como composta. (Ariel Ojeda)
Abida Ventura y
Ciudad de México /

En la Ciudad de México, la agricultura es uno de los sectores más afectados por la pandemia de covid-19. El trabajo en el campo no para, pero vender o distribuir productos se ha vuelto cada vez más difícil.

“El mercado ha caído, es muy poquito lo que se está consumiendo; sembramos, pero no sacamos toda la cosecha, se echa a perder”, lamenta Narciso Alvarado, productor de Xochimilco.

Foto: Ariel Ojeda

Arriba de su chinampa, dedica los días al cultivo de lechugas, rábanos, cilantro y otras legumbres que luego vende en el mercado de la delegación, pero últimamente gran parte de su cosecha termina como composta.

Esta situación, cada vez más alarmante, ha llevado a productores como él a buscar otras formas de comercio y de distribución: entregas a domicilio de pedidos hechos a través de redes sociales o por teléfono. Así lo hace “El tlacuache chinampero”, un proyecto que congrega a agricultores y a productores de alimentos de la zona.

Don Dionisio Eslava Sandoval, oriundo del barrio de la Santísima en Xochimilco y principal impulsor, lleva años trabajando por el rescate de la chinampería e impulsando “el retorno de los campesinos”, y esta vez decidió ayudar a comercializar la cosecha de sus vecinos.

Foto: Ariel Ojeda 

Al proyecto también se han sumado jóvenes emprendedores y vecinos, quienes se encargan de las entregas de los productos frescos y orgánicos: “Desde las chinampas hasta el hogar. Son productos que no tienen ningún químico, se apoya al agricultor porque actualmente se les paga un precio muy bajo por sus productos, no son prácticas justas. Con nosotros puedes llegar al producto de una forma más directa, asegurando que se paga un costo justo, y ayudando a que se regenere el ecosistema a través de la agricultura”, explicó Lorenza Miranda, estudiante de Ingeniería en Desarrollo Sustentable en el Tecnológico de Monterrey quien, junto a David Hernández, lanzaron la start up “El Axolote” para apoyar con la distribución.

“Esto es para la gente que quiere tener una alimentación diferente, orgánica. Aunque propiamente no nos definimos como orgánicos, no usamos ni insecticidas ni pesticidas en todo el proceso de producción de hortalizas”, aseguró doña Alma Rosa Ibarra, otra de las personas que apoya con las entregas.

Además de vegetales, su lista de productos incluye tlacoyos, tamales, tortillas; alimentos típicos de la zona, como amaranto y aceite de oliva, así como recetas creadas con la cosecha de la chinampa, como el chimichurri chinampero: mezcla de chiles, cebolla y plantas aromáticas cultivadas con este método tradicional prehispánico. La autora de estas creaciones gastronómicas es Gabriela Luna, una chef de cocina tradicional que también colabora en la elaboración de tamales.

“Para estos tamalitos, a diferencia de los que venden en las esquinas, se utiliza ingredientes que vienen de las chinampas, como los quelites. Hago tamales de quelites con queso, de rajas con queso, calabaza y champiñones con salsa verde, de chapulín, de chocolate, zarzamora y cajeta”, por mencionar algunos.

El tlacuache chinampero” no es sólo una distribuidora de alimentos y hortalizas, es también un proyecto que busca el rescate del ecosistema de la zona y del sistema de cultivo tradicional en chinampas: “Con varios campesinos estamos retomando esta cultura, que es pesada, pero al final vamos a ver beneficios económicos, ecológicos, de salud y de generación de empleos”, afirmó don Dionisio, mejor conocido como Don Nicho, un gran defensor de este sistema de cultivo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.

“Nosotros no vemos la chinampa como un objeto, sino como un ser que alberga vida, porque produce lo que necesitamos: hortalizas, plantas medicinales, flores, y esto también nos lleva a repensar que estamos preservando un ecosistema que tanta falta hace hoy en día”, dijo.

Foto: Ariel Ojeda

Además de las labores de cultivo, este campesino ofrece recorridos bioturísticos para conocer la fauna y flora de ese ecosistema lacustre, así como el proceso de siembra de diversos alimentos en chinampas, como el maíz, labor que realiza desde hace años para divulgar la riqueza de esta área ecológica.

“Lo hago para que este conocimiento no se pierda, nos permite de alguna manera concientizar y socializar a la gente de que todos dependemos de nuestro medio ambiente, no podemos degradarlo, más bien cómo nos hacemos sus verdaderos aliados para su restauración y conservación”, agregó.
“Para mí, sería una verdadera tristeza y un gran error dejar que esto se pierda; como lugareños, los que sí estamos comprometidos con esto no estamos dispuestos a que desaparezca, y mi mensaje a la ciudad es que deben empoderar estos ecosistemas, conociéndonos, participando, adquiriendo unos productos que son de muy buena calidad, trabajados día tras día con el sudor, con el sufrimiento, pero con la fe y la alegría que mañana esto siga”, añadió.

​DMZ

  • Ariel Ojeda
  • Ariel Ojeda es fotoperiodista y videógrafo. Ha trabajado en medios nacionales e internacionales. Actualmente hace coberturas especiales en Milenio

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