Juana Bernal, la mujer que se reencontró con su familia 27 años después de ser sustraída en el bosque de Chapultepec, comentó a MILENIO que la noticia no ha sido fácil y buscará justicia por el daño que le ocasionaron a ella y a Lorena, su madre.
En palabras de Lorena, fue el 1 de octubre de 1995 cuando la familia Bernal acudió al bosque de Chapultepec, a Juana la sujetaba ella y su esposo, uno de cada mano, iban acompañados de unos parientes y, al despedirse de ellos, la perdieron de vista.
"Yo la solté para despedirme, tal vez yo confiada en que él la seguiría agarrando, pero hace lo mismo: la suelta igual para despedirse. Cuando regreso, mi hija ya no estaba", recordó.
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Aquella tarde, todos los familiares se separaron por el bosque para buscar a la pequeña de apenas tres años, su hija menor.
Lorena no olvida que en ese momento le pidió a un policía que ordenara cerrar todos los accesos del bosque de Chapultepec, para encontrar a su Juanita, pero el uniformado se negó a brindarles apoyo y lo peor fue que tuvieron que esperar las 72 horas de rigor para que las autoridades iniciaran la búsqueda de la menor.
Por su parte, Juanita guarda en su memoria la última vez que vio a sus padres biológicos y a sus verdaderos hermanos, junto al lago de Chapultepec, y con ese recuerdo determinó realizarse la prueba de ADN.
A 27 años de esa pesadilla, asegura que esto "fue un cambio drástico porque ya tengo una vida hecha, tengo una familia, tengo dos hijos y, pues, ahorita no sé qué sigue".
Minutos antes, amplió su declaración en contra de quienes fingieron ser sus padres por tanto tiempo.
Juana siguió compartiendo sus recuerdos, luego de ser robada, se la llevaron a vivir a Toluca, en el Estado de México, ahí creció al lado de dos menores que se volvieron sus hermanos y, ante los maltratos que sufrió en esa casa, a los 17 años se fue a vivir con su pareja.
Ahora, 27 años después, ya con 30 de edad y como madre de dos menores, Juana volvió a su hogar de origen y ayer martes acudió a la Fiscalía en Materia de Personas Desaparecidas para ampliar su declaración junto a su madre, quien exige cárcel para los culpables que le arrebataron a su hija.
Ahora debe recuperar su identidad como parte del procedimiento tras su localización, pues las personas con las que vivió la registraron como Rocío.
Tanto Juana como Lorena lamentan que los años perdidos no se puedan recuperar, pero están dispuestas a apoyarse para conseguir justicia y que la pareja responsable de la sustracción pague por lo que hizo, aun cuando Juana los consideró sus papás por mucho tiempo.
En entrevista, aseguró que nunca dejó de cuestionar a quien se decía su madre de dónde venía ella.
"Siempre le pregunté, le pregunté la verdad, le pregunté de dónde había salido de dónde me trajo y nunca me dio una respuesta concreta, ahora que ya lo sé por qué lo hizo, ¿por qué cambiarme la vida a mí?", se pregunta Juana.
Agregó cómo fueron sus años en esa familia, "sí llegué a surgir maltrato de parte de ella, de él no, hasta la fecha él me quiere mucho pero al final del día me robaron".
Por ahora, no se sabe nada del paradero de las personas que se la llevaron del Bosque de Chapultepec y también se desconoce cuáles son los delitos que les serán imputados.
Cabe recordar que Juana se reencontró con su familia tras publicar en Facebook que buscaba a sus padres biológicos, la publicación llegó a manos de Lorena y una de sus hijas se puso en contacto inmediatamente con ella para verificar el parentesco.
FLC/EHR