En plantón de FRENAAA, hacen yoga, comen tamales y hasta rezan

En su segundo día de acampada en el Zócalo capitalino, todo parece estar en orden en la más de 500 casas de campaña, acomodadas de manera simétrica, y donde los manifestantes se toman el tiempo necesario para realizar diversas actividades.

En este campamento todo parece estar en orden, incluso el acomodo de las alrededor de 500 casas de campaña. (Francisco Mejía)
En este campamento todo parece estar en orden, incluso el acomodo de las alrededor de 500 casas de campaña. (Francisco Mejía)
Francisco Mejía
Ciudad de México /

En su segundo día de su acampada en el Zócalo capitalino, los integrantes del Frente Nacional AntiAMLO (FRENAAA) se dieron tiempo al amanecer para hacer yoga, ir de entrada en entrada de las más de 500 casas de campaña para ofrecer tamales y café. Pero también para leer un libro o rezar el Rosario en silencio.

Algunos manifestantes se levantan temprano para realizar yoga. (Francisco Mejía)

A la entrada de su casa de campaña una mujer va de cuenta en cuenta del Rosario. Tiene sus ojos cerrados. Y de seguro, piensa en la dimisión que piden del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En este campamento todo parece estar en orden, incluso el acomodo de las alrededor de 500 casas de campaña, todas nuevas y de diferentes colores. Es fácil contarlas porque hay un acomodo simétrico de todas ellas. Aquí unas líneas y aquí otras.

Aunque claro, al amanecer de este segundo día de plantón en el Zócalo, habría que ver si todas están ocupadas. A las 7 de la mañana unas permanecen en estricto silencio y otras no tanto.

Conforme fueron llegando los de FRENAAA ocuparon su baldosa correspondiente, colocaron un rollo de plástico color verde agua, lo extendieron y le metieron navaja. Es el plástico, tipo alfombra donde colocan su lustrosa casa de campaña.

FRENAAA colocó un espacio para la lectura durante su protestas. ( Francisco Mejía)

Los amplios pasillos que hay entre casa y casa de alrededor de dos meteos dejan ver una limpieza extrema.

En este segundo día el Zócalo y sus orillas amanece igual. Decenas o cientos de policías custodian frente a Catedral, Palacio Nacional y bocacalles que ingresan a esa plancha de concreto. Incluso algunos de ellos lleva extintores.

Las rejas que custodian la otra mitad del Zócalo, los del FRENAAA ocupan por completo la otra mitad, lucen igual. Bien reforzadas y para que no quepa duda que nadie pasará un cordón de policías que visualiza todo lo que se mueve.

Alrededor del campamento y desde temprano un par de personas van de puerta en puerta gritando "¿alguien gusta un tamal?".

El dirigente de FRENAAA, que habla inglés y francés, empresario de la metalurgia y ahora jubilado, Gilberto Lozano, no aparece en el campamento. "Seguro duerme por aquí", comenta una persona. Según ésta, el dirigente estaría amenazado. Aunque ni sabe por quién.


jamj

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