Durante la marcha feminista de este 8 de marzo, algunas partes de la valla instalada en Palacio Nacional fueron derrumbadas por las protestantes. Sin embargo, pese a que la manifestación en un inicio fue acompañada por mujeres policías de la zona metropolitana, el muro a espaldas del edificio mencionado, fue resguardado por policías masculinos.
Ellos, a diferencia de las Ateneas, sí respondieron las agresiones de las manifestantes.
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Luego de que las inconformes lograrán quitar cuatro vallas, ellos retuvieron dentro del cerco a una joven de quien al momento se desconoce su identidad y que momentos después liberaron.
Más tarde, desde el interior del cerco, llovieron latas, vasos, en su mayoría con orines y bengalas con gas lacrimógeno. Hubo insultos verbales por parte de los policías y no faltó, el “ya lárguense perras", por parte de los uniformados.
A diferencia de las policías mujeres, ellos lanzaron el extintor directamente a la cara de las protestantes y éste iba acompañado por orines, incluso, ponían el líquido en el cono del extintor para que éste tuviera mayor alcance.
Y no sólo las mujeres, incluso de los medios de comunicación y equipo que los acompañaba como fotógrafos y camarógrafos, fueron agredidos. A ellos, desde el muro, les hacían señas obscenas con los dedos, y con la mano los invitaban a acercarse más para rociarles el extintor o en su caso, el gas lacrimógeno.
FS