Gas pimienta, 'taser' o clases de defensa... mujeres se cuidan ante inseguridad

A pesar de la nueva estrategia de seguridad del gobierno capitalino en el Metro, las mujeres dicen sentirse inseguras aún, por lo que prefieren cargar algún tipo de arma.

Las mujeres recurren a la defensa personal y el gas pimienta, ante la inseguridad en el Metro. | Cuartoscuro
Ciudad de México /

Con un gas pimienta o con clases de defensa personal, las mujeres en la Ciudad de México se arman pues no confían en la autoridad para prevenir una agresión, luego de los reportes de acoso e intentos de secuestro en estaciones del Metro en las últimas semanas. 

La Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) informó que hasta el momento hay un detenido y se han iniciado 11 carpetas de investigación por intentos de secuestro en 10 estaciones. 

MILENIO publicó que tras los reportes de agresiones en el Metro, el gobierno de la Ciudad de México implementó un operativo de seguridad, que contempla el aumento de la vigilancia adentro y afuera de las estaciones, entre otras acciones. 

Sin embargo, en redes sociales las mujeres han expresado el sentirse desprotegidas e incluso han organizado grupos de vigilancia, venta de gas pimienta y paralizadores, o clases de defensa personal. 

Ana, de 26 años, no ha modificado su forma de transportarse por la ciudad, pese a que es usuaria de las estaciones del Metro donde han reportado casos de acoso, aunque carga una navaja en su bolso. 

“Pues escuché los casos de intento de secuestro en el Metro y acordé con mi mamá traer una navaja, además de que estoy pensando en traer también un gas pimienta”, dijo en entrevista para MILENIO. 

“Sobre todo porque soy ex empleada del Metro y sé que los oficiales están coludidos con delincuentes”, añadió. 

​​Hay casos como el de Diana, quien organizó junto a sus amigas un grupo para comprar paralizadores en Amazon. 

Hasta ahora, la joven de 24 años cargaba gas pimienta en su bolsillo, luego de que un hombre le tocó los glúteos al pasar junto a él en la calle, pero al igual que Ana buscará “algo más efectivo”. 

“No creo que sea suficiente que el gobierno aumente la vigilancia”, comentó Diana, “debo mandar mi ubicación y avisar a mis familiares dónde estoy todo el tiempo, creo que eso no es justo”. 

Martha, de 27 años, cuenta que antes mandaba su ubicación a sus familiares al llegar y salir del trabajo o usar algún transporte, pero ahora compró una navaja y toma clases de defensa personal. 

“Esto no es justo, el tenerme que proteger ha modificado mi forma de vivir y mi vestimenta, porque si te pasa algo, las autoridades te dicen que tú te lo buscaste”, criticó. 

Al saber de la situación, Iza, una experta en defensa personal, ofreció dar clases a 50 pesos los fines de semana en el Parque de los Venados. 

Platicó que anteriormente anunciaba las clases por medio de su cuenta de Facebook, pero nunca se concretaba un grupo y en esta ocasión, juntó a más de 100 personas en menos de dos días. 

“La situación es muy catastrófica, si con esto puedo ayudar a al menos una persona no me importa lo que reciba a cambio, para mí es como una labor social”, indicó. 

Recomendó a las mujeres no tener miedo y no recurrir a la violencia, ya que sólo deben defenderse cuando su agresor las ataque físicamente. 

“La idea no es agarrarse a golpes, sino evitar un ataque”, dijo. 

Nelly, psicóloga del centro Sorece, indicó que la “necesidad” de cargar un arma afecta la salud mental de las mujeres, pues las estresa el sentir que deben mantenerse alerta. 

“El hecho de tener que pensar en protegerse y estar al pendiente de los alrededores afecta la salud mental de las mujeres”, afirmó. 

“El tener que protegerse cambia su vida y no debería ser así”, exclamó. 

Añadió que el formar redes ciudadanas y círculos de amigos con quienes mantener una vigilancia de unos con otros ayuda a las mujeres a sentirse más tranquilas al mejorar su percepción de seguridad. 

“No estamos como hace cinco, 10 o 15 años, ahora la sociedad civil se ha involucrado y eso es una acción positiva para las mujeres”, aseguró. 

El sábado más de 5 mil personas marcharon en la Ciudad de México en contra de los intentos de secuestro en las estaciones del Metro.

Mientras que los negocios, bares y restaurantes iniciaron un movimiento llamado #SafePlaces, con la que ofrecen sus locales para resguardar a mujeres en riesgo y puedan llamar a la policía, pedir un taxi o simplemente esperar a que pase el peligro. 

FLC​

  • Fernanda López Castro
  • fernanda.lopez@milenio.com
  • Periodista, editora web de Ciudad de México, cronista y creadora de contenido digital, especializada en gobierno, feminismo, diversidad e inclusión.

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