'Amables y trabajadores', así describen a jovenes asesinados en Celaya

Historia | Celaya

Familiares y conocidos de Ulises, Diego, Arturo y Rogelio, recuerdan a los jóvenes con flores y veladoras fuera del negocio que fue parte de su pasión, los automóviles.

Afuera del taller se pueden ver flores y veladoras que dejan en memoria de los jóvenes asesinados.
David Rivera
Ciudad de México /

Los vecinos de la colonia Las Fuentes se encuentran impactados. El ataque al taller automotriz "Becaa Cars",  ocurrido el pasado fin de semana dejó conmocionado a amigos y vecinos de la zona, quienes calificaban a los cuatro jóvenes que perdieron la vida como buenos, dedicados, y sobre todo, trabajadores.

Las investigaciones realizadas hasta el momento por la Fiscalía del estado de Guanajuato arrojaron que los jóvenes no estaban involucrados con grupos delictivos. En el lugar de los hechos se encontró una cartulina con un mensaje alusivo a una banda criminal.


Ahora, el taller de wrapping, o rotulado de vehículos se mantiene cerrado, pero no olvidado; a ras del piso han colocado flores y veladoras para rendir homenaje a Ulises, Diego, Arturo y Rogelio, cuatro jóvenes cuya pasión conjunta por los automóviles y decorados los llevó a abrir este negocio, que llevaba ya varios años en operación.

" Se habían escuchado unos sonidos como de cuetes, pero más fuertes, y uno de los jóvenes había salido y se desmayó" explica una comerciante del área que prefirió mantenerse como anónima.

Las personas que pasan por este lugar, ya sea a pie o en coche, observan el recinto cerrado con dos candados, para después voltear hacia abajo y observan detenidamente las ofrendas, y continuar con su camino.

El pasado fin de semana, 4 jóvenes fueron abatidos en un taller de wrapping en el municipio de Celaya.


"Jóvenes muy alegres, muy entusiastas la verdad. Muy amables, sobre todo", comentó una persona anónima, quien tenía tiempo de conocerlos y frecuentemente los saludaba, recibiendo un efusivo y caluroso saludo de regreso.

Incluso, aún hoy se acercan y ofrecen sus condolencias, aportando una flor, o hincándose para rezar y mitigar su dolor y desearle consuelo a sus familiares.

"Ellos eran muy alegres, siempre le buscaban el lado positivo a las cosas, siempre hicieron por salir adelante", comenta Erick Aguilar Becerra, primo de los hermanos.

Ulises, el mayor, comenzó haciendo trabajos por su cuenta terminando la preparatoria. Dichas labores estaban enfocadas a la decoración de automóviles, en los rines y puliendo los carros, entre otras.

Con el tiempo, pudo hacerse con herramientas de trabajo y con la experiencia necesaria para poder abrir un negocio de wrapping en la calle Albino García.

Diego era el hermano menor, "el más chiquito de los nietos de mi abuelita", recuerda Erick. No importaba si la situación que se le presentara fuera negativa, él siempre la recibía con una sonrisa en su sonrisa.


Por su parte, Rogelio, el hijo de en medio, en todo momento fue el motor para su familia. La motivación que inyectaba en sus seres queridos lo caracterizó hasta el último de sus días.

Además de los automóviles, el fútbol era el gusto que los tres compartían. Desde pequeños hacían rodar la pelota, llegando incluso a estar en las filas del Cruz Azul.

Arturo, aunque no pertenencia a la familia directa, en todo momento lo sintieron y trataron así los miembros de la familia Becerra. Era el más pequeño de los cuatro, pero se veía mayor por su gran altura.

"Grandes personas, como primos, como hermanos, como amigos, fueron grandes. Y creo que les arrebataron la vida de una forma que no se vale", es el sentir de Fermín, primo de Ulises, Diego y Rogelio Becerra.

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