Víctimas de sacerdotes pederastas consideraron como un absurdo que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) considere hasta ahora solicitar que los delitos sexuales al interior de la iglesia no prescriban, “cuando se trata de leyes que ellos impusieron para proteger a pederastas”.
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Jesús Romero, víctima y defensor de decenas de personas abusadas por sacerdotes, dijo en entrevista que es hasta “cínico por parte de la Iglesia, apuntar como un logro esa petición cuando es una norma que ellos mismos establecieron. Es un logro con base en su propia injusticia”.
"No hay nada que aplaudir, al contrario hay que insistir para que se quiten mas cosas que están pendientes, reglas al interior de la iglesia que protegen a los pederastas que hay en todas las congregaciones eclesiásticas".
El martes, El presidente de la CEM Rogelio Cabrera López, pidió a nombre de los obispos de México que los delitos de acoso sexual al interior de la Iglesia no prescriban; es decir, que no obstante el tiempo que transcurra, los curas victimarios sean castigados por las autoridades competentes.
En conferencia de prensa, actualizó la cifra de los sacerdotes investigados a 426, de los cuales 271 corresponden directamente a delitos de abuso sexual. Los otros 155 están relacionados con pornografía infantil, revelación de sigilo sacramental (confesión) y otras infracciones derivadas. De la cifra total, 173 curas tienen un proceso en curso, 253 ya los completaron y 217 sacerdotes han sido expulsados del orden clerical.
Romero dijo que él y decenas de víctimas de abuso se han reunido con Cabrera para exigirle actúen de manera penal en contra de los sacerdotes investigados y terminar así con la corrupción que se maneja dentro de la Iglesia, lo mismo que la colusión con autoridades del estado mexicano.
El activista dijo que además de destrabar la no prescripción de los delitos, la Iglesia debería de sancionar fuertemente a los abusadores, recortándoles los recursos económicos, expulsándolos de la congregación y denunciándolos de manera penal para que estos lleguen hasta la cárcel.
Jesús Romero dijo que en la actualidad, los sacerdotes como el caso del legionario Fernando Martínez, quien abusó de niñas, “viven protegidos en casas de lujo en Italia y sólo se les prohíbe dar misas el público, pero se les proporcionan todos los demás beneficios.
“Esos no son castigos reales”, denunció.
kvd