Por 18 años han manifestado su devoción por la Virgen de Juquila, patrona de quienes trabajan en la Central de Abastos, que divide a Tampico con Altamira. Este miércoles 8 de diciembre, celebrarán con una misa oficiada por el obispo José Armando Álvarez Cano.
Don Gabino Hernández Cortés, junto a su familia y comerciantes del lugar se suman para llenarla en su día, de flores, donde el costo, es lo que menos importa, sino lo poco o mucho que pueden darle, por los milagros que ha concedido a la vida de cada uno.
“Este festejo es en honor a la Virgen de la Purísima Concepción, aunque aquí nos acostumbramos a llamarla “Virgen de Juquila”, su lugar de origen se encuentra en Santa Catarina, Juquila, del estado de Oaxaca, pegado a la costa de Guerrero, y para nosotros es una bendición tenerla en este momento”, destacó el comerciante, dedicado a la venta de verdura.
Los festejos de la patrona comenzaron este 7 de diciembre, y culminará con una serie de actividades, donde habrá una misa, además estará tocando una marimba, a cargo del maestro Juan Bautista, así como danzas.
“Viene a oficiar la misma el obispo de Tampico a las 08:00 horas, y a las 12:00 horas, habrá otra misa, celebrada por los hermanos de Cristo mediador; que se enteré la comunidad que aquí los esperamos, con todo el corazón”, dijo.
Esta es una forma de agradecerle a la Virgen de Juquila, las bondades que ha derramado en los comerciantes, luego de una difícil situación por la pandemia de la covid-19.
Se manifestó motivado y que por eso, la capilla en honor a esta Virgen se llena de flores, de incienso y oraciones, a manera de reciprocidad.
Dijo que este lugar estará abierto a todo el público para que conozca a la Virgen de Juquila, y por aquellos que deseen las bendiciones de la misma, o en su caso, hacer las peticiones, pues consideró que es una imagen muy santa, y que fue traída precisamente de su lugar de residencia en Oaxaca.
El altar a la Virgen de Juquila está llena de flores, algunos son girasoles, además dentro de esta capilla se encuentra la imagen de Cristo crucificado, así como la Virgen de Guadalupe, y los comerciantes se suman a esta tradición, desde limpiando el lugar, como haciendo guardia en ella, donde se puede leer “Bendícenos madre nuestra”.