Aún cuando el semáforo está en naranja, personas olvidan el riesgo de contraer coronavirus e inundan las calles del Centro Histórico, aunque acuden con cubrebocas, no cumplen con la sana distancia.
Durante la nueva normalidad, comerciantes, diableros, organilleros y alguno que otro curioso dejaron el confinamiento para salir a la calle en medio de la pandemia de covid-19 para vender o comprar algún artículo.
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En un recorrido de MILENIO por las calles y las paradas de camiones en uno de los puntos de mayor afluencia en la Ciudad de México se ven personas con tapabocas como única medida de prevención, pero olvidando la desinfección de las manos y la sana distancia.
Las calles de José María Pino Suárez y Belisario Domínguez se vuelven un mar de personas que van y vienen, cargando bultos o que caminan a prisa, como si el coronavirus no hubiera existido y paró las actividades.
A pesar de que el semáforo de riesgo epidemiológico aún está en zona de riesgo y el cubrebocas se mantiene como un elemento indispensable, aún se logra ver a alguno que otro en las calles que no lo llevan o que lo traen mal puesto.
En el Zócalo capitalino las medidas de actividades económicas escenciales a un 30 por ciento del personal para su funcionamiento y con una cantidad restringida de personas en espacios abiertos. Aún así se ha detectado un incremento de afluencia.
Hasta este martes, en la capital del país suman 63,527 casos positivos, de los cuales 6,028 están activos. Así como 8 mil 253 defunciones.
EB