Ha pasado un año desde que la vida de cuatro personas se apago debido a una catástrofe natural registrada en la tercera sección de la colonia Lázaro Cárdenas, del municipio de Tlalnepantla, a las faldas del Cerro del Chiquihuite donde 354 familias continúan a la espera de ser reubicados y quienes han quedado a su suerte desde el pasado enero de 2022 cuando dejaron de percibir un apoyo económico mensual por parte de las autoridades.
El desastre se percibía entre los vecinos, mismos que desde dos días antes a la tragedia, el 7 de septiembre de 2021, advirtieron a las autoridades del reblandecimiento de tierra y desprendimiento de piedras quien fue atendido por elemento de protección civil pero que no logró evitar la tragedia.
Fue pocos minutos después de las 13:00 horas cuando rocas de hasta seis metros de diámetro sepultaron al menos cuatro viviendas y varios vehículos.
Sería minutos más tarde cuando elementos de la Guardia Nacional, Protección Civil, bomberos y geólogos arribaron al lugar con el objetivo de evaluar los riesgos y empezar los trabajos de rescate.
Pero no solo ellos, también la solidaridad humana se hizo visible con individuos voluntarios que realizaban cadenas humanas con el propósito de ayudar en la remoción de tierra y piedras así mismo otros tantos repartieron comida entre los elementos de emergencia que apoyaban en el sitio.
Al menos 10 personas se encontraban desaparecidas tras la tragedia, los cuerpos de emergencia pedían silencio para poder percibir algún sonido que las personas atrapadas pudieran realizar y binomios caninos también comenzaban a llegar para apoyar a la causa.
De los desaparecidos, cuatro personas no lograron salir con vida: Mariana, de 20 años; Paola, de 22 años; y los pequeños Jorge Dylan y Mia Mayrin, de 5 y 3 años respectivamente, hijos de la última persona referida.
Mariana
Mariana Martínez habría decidido junto con hermana Jessica Martínez, de 28 años, permanecer en su casa a descansar sin imaginar que la colina que las vio nacer sería la misma que le arrebataría la vida a una de ellas.
Gustavo Martínez Lázaro, padre de las hermanas referidas, se encontraba trabajando al momento de la desgracia, pero al enterarse no pasaron más de 10 minutos para que se trasladara al lugar y buscar a su familia. Él fue quien logró el rescate de sus dos hijas: Jessica, con vida y Mariana, sin signos vitales.
Mariana era estudiante de Teatro en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Jessica logró vivir, con lesiones en la mitad de su cuerpo que ha logrado aliviar con tratamientos y rehabilitaciones que, según Gustavo Martínez, fueron costeadas sin apoyo de las autoridades.
Paola y sus pequeños
Sería cuatro días después de la tragedia, el pasado 14 de septiembre, cuando el cuerpo de la pequeña Mia Mayrin fuera localizado sin vida debajo de una roca de 200 toneladas que sepulto la casa donde vivía con su hermano Dylan y sus padres Paola y Jorge Armando, este último se encontraba trabajando al momento del derrumbe, pero al recibir la noticia acudiría de inmediato a las afueras de lo que fue su hogar para buscar a su familia.
Y pasarían 7 días más, después del hallazgo de la pequeña Mayrin, cuando Paola y el pequeño Dylan fueran ubicados por binomios caninos de la Secretaría de Marina (Semar). Ambos cuerpos fueron hallados sin vida bajo la misma roca que le arrebató la vida a la pequeña Mia Mayrin.
Hoy, tras un año de la tragedia los vecinos de la colonia Lázaro Cárdenas continúan a la espera de la promesa de reubicación que las autoridades les dijeron e incluso con nuevas notificaciones de riesgo por las precipitaciones registradas, en las que se solicita que desalojen el sitio pues de no hacerlo, el gobierno de Tlalnepantla se deslinaría de lo que pudiera suceder.
JASJ