Equipos de emergencia de Richmond, California trabajan para limpiar aproximadamente 600 galones (más de 2 mil litros) de petróleo que se derramaron de la refinería de Chevron hacia la Bahía de San Francisco el martes 9 de febrero. Aún no se tienen detalles sobre la causa del derrame, pero se han reavivado los llamados de residentes y ambientalistas para que la ciudad termine su relación con la refinería.
El derrame permaneció descontrolado por casi dos horas. Manchas marrones se alcanzaban a notar en el agua de la parte noreste de la bahía, donde normalmente hay focas, aves y seres humanos.
“Olía como si alguien hubiera tirado gasolina frente a mi casa,” dijo Margaret Berczynski, residente de Richmond a ABC News. “No puedo llevar a mis hijos al agua, no puedo acercarme al agua, no puedo disfrutarla. Estoy realmente asustada.”
La Refinería de Chevron está ubicada a 12 millas de San Francisco y abarca casi más 1.2 mil hectáreas de las colinas que dan al Pacífico. Procesa casi 245 mil barriles de petróleo crudo al día. Es uno de los lugares más contaminantes en California, liberando sustancias tóxicas al aire y al mar durante sus operaciones normales. Según registros del estado, tan solo en 2018 generó la misma cantidad de gases de efecto invernadero que generó en toda la década pasada.
En 2012 una explosión en sus instalaciones creó nubes negras de humo tóxico que causaron la hospitalización de más de 15 mil personas. En los últimos 5 años la refinería ha enfrentado 147 sanciones formales.
En 2020 Chevron accedió a un acuerdo con el Distrito de Control de la Calidad del Aire del Área de la Bahía por 29 violaciones cometidas entre 2016 y 2018. Sin embargo, la creciente quema de gases preocupa a la comunidad.
Richmond se ha convertido en uno de los campos de batalla más grandes para la justicia ambiental en los Estados Unidos y este derrame ha renovado los llamados de activistas para que la ciudad termine su relación con la refinería.