Ciénegas del Lerma, amenazadas por el crecimiento del Valle de Toluca y las aguas residuales

A pesar de su gran riqueza biológica, el riesgo para esta zona va en aumento.

Ciénegas del Lerma | (Iván Carmona)
Ciudad de México /

El crecimiento urbano, industrial y comercial del Valle de Toluca son solo algunos de las principales amenazas de la zona de humedales de la Ciénagas del Lerma, área natural de gran valor, pues alberga especies de categorías en riesgo, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.

A pesar de su gran riqueza biológica y de que provee de servicios ambientales vitales, entre ellas el abasto de agua no solo para la región del Valle de Toluca, también para la Ciudad de México, los factores que amenazan esta zona natural continúan en aumento, pues incluso en días pasados se registró un importante incendio, que atentó con la regeneración de este espacio.

Desde 2002, las Ciénagas del Lerma cuentan con la declaratoria como Área Natural Protegida Federal con categoría de Área de Protección de Flora y Fauna, señalando la riqueza que posee, pues incluso cuentan con una designación internacional como sitio de importancia para la conservación de las aves migratorias (Sitio RAMSAR), además de ser consideradas como un Área de Importancia para la Conservación de las Aves en México (AICA).

Principales amenazas

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) indica que las Ciénegas del Lerma son un conjunto de humedales de agua dulce ubicados al oriente del Valle de Toluca. Estos humedales, divididos entre tres lagunas, dan origen al Río Lerma y desde hace más de 50 años son una fuente de agua potable para la Ciudad de México y el Valle de Toluca.

“Son ecosistemas únicos fuertemente impactados por el crecimiento urbano, industrial y comercial del Valle de Toluca en los que permanece una alta riqueza biológica y que provee de servicios ambientales vitales para el sostenimiento de las comunidades humanas”, señala la Conanp.

Otras amenazas son la disminución de hábitat por el crecimiento desmesurado de plantas acuáticas exóticas, como el lirio acuático e invasoras como el tule redondo e incluso la quema de tulares, que además afecta a la fauna que habita en ellos.

“A esto se suma la introducción de peces exóticos como carpas, la cacería furtiva, el envenenamiento accidental por el uso de pesticidas en los campos de cultivo alrededor de los humedales e incluso el impacto con automóviles en las nuevas vías carreteras”, refiere esta institución.

Las Ciénegas del Lerma tienen una superficie de más de mil hectáreas y se dividen en al menos tres polígonos: el primero, conocido como Laguna de Almoloya, en donde se tiene el registro de 55 especies, incluyendo plantas subacuáticas.

El segundo polígono es conocido localmente como Laguna de Lerma, con un diagnóstico de 84 especies de plantas acuáticas y subacuáticas, mientras que el polígono tres es conocido localmente como Laguna de San Bartolo, en donde se tiene el registro de 78 especies clasificadas en cuatro grupos.

Como consecuencia de la gran productividad y diversidad en asociaciones vegetales y hábitat, en el área de protección de flora y fauna, se tiene una alta diversidad faunística y comprende comunidades como peces, aves, anfibios, entre otros grupos como reptiles y mamíferos.

Aguas residuales, otra amenaza

De acuerdo con datos del “Programa de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna Ciénegas del Lerma”, los resultados de nueve sitios monitoreados dentro de este espacio registran indicios de contaminación con descargas residuales tratadas biológicamente.

En al menos dos sitios de monitoreo en este polígono se identificaron residuos de descargas de aguas residuales crudas, también se aprecia contenido de materia orgánica, biodegradable y aguas con indicios de contaminación.

De acuerdo con esta información, existen al menos cinco concesiones, permisos o autorizaciones otorgadas para la descarga de aguas residuales en esta zona de influencia, incluyendo a organismos municipales de agua y saneamiento y algunas empresas o industrias.

“La calidad del agua de las ciénegas se debe a que dentro del ANP existen autorizaciones de descarga de aguas residuales. En los alrededores existen autorizaciones para descargar aguas residuales a drenes que posteriormente cruzan el área. En épocas de lluvia se desbordan y vierten tales contaminantes a las lagunas, permitiendo la entrada de agua contaminada a las ciénegas”.

Especies en peligro

La fauna de las Ciénegas del Lerma comprende comunidades de peces, aves y anfibios, además de tros grupos, como reptiles y mamíferos, muchos de ellos clasificados como especies en riesgo.

En el caso de los mamíferos, se ha identificado que en este sitio se tiene la presencia de al menos 13 especies, como el conejo castellano, la comadreja o hurón, musaraña, tuza, murciélagos y los ratones.

En cuanto a aves, el Área de Protección de Flora y Fauna Ciénegas del Lerma es de un gran interés, en especial por las especies endémicas y las acuáticas, tanto residentes como migratorias. Se han registrado alrededor de 118 especies de aves silvestres, de la cuales algunas se encuentran en categoría de riesgo, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2010

Por otro lado, las Ciénegas del Lerma dan abrigo invernal a decenas de especies de aves migratorias, ya que amortiguan las oscilaciones bruscas de temperatura, brindando a las aves un microclima favorable. Las comunidades vegetales de las ciénegas les dan protección y alimento, lo que favorece su supervivencia.

En lo referente a reptiles y anfibios, este sitio tiene el registro de 10 especies de reptiles y siete de anfibios, incluido el Ajolote del Lerma, mientras que en el rubro de ictiofauna (conjunto de especies de peces) de las Ciénegas está representada por 11 tipos.

Beneficios

Entre los servicios ambientañes que brindan estos humedales se incluye el mantenimiento de la calidad gaseosa de la atmósfera (la cual ayuda a regular el clima); mejoramiento de la calidad del agua; control de los ciclos hidrológicos, incluyendo la reducción de la probabilidad de serias inundaciones y sequías; generación y conservación de suelos fértiles; control de parásitos de cultivos y de vectores de enfermedades; polinización de muchos cultivos; disposición directa de alimentos provenientes de medios ambientes acuáticos y terrestres.

De acuerdo con la Conanp, los tres cuerpos de agua tienen la capacidad de absorber una cantidad de 513.91 toneladas de dióxido de carbono al año, además tienen la capacidad de regular 133.61 toneladas de metano, en ese mismo periodo.

Las Ciénegas del Lerma permiten la filtración de aproximadamente 57.7 por ciento de la precipitación total anual, lo que a su vez sirve para recargar los mantos acuíferos.

Algunas recomendaciones

A fin de preservar las características originales del ecosistema, la Conanp señala algunas recomendaciones, entre ellas: restringir aquellas actividades que implican cambios de uso de suelo, tales como la apertura de bancos de material, la extracción de material mineral y la construcción de infraestructura. Esto es debido a que estas implican la remoción de la vegetación, lo anterior puede generar inicios de erosión que conllevan el arrastre de sedimentos al cuerpo de agua, azolvándolo.

De igual manera, se considera conveniente restringir la ganadería en esta subzona, debido a que tal actividad contribuye también a la erosión y degradación de los suelos.

También se considera necesario evitar la introducción de especies exóticas invasoras a esta subzona debido a que la misma es hábitat de diversas especies de flora y fauna, y las especies introducidas, en caso de liberarse y adaptarse al medio silvestre, pueden reproducirse y, al no contar con depredadores naturales en la subzona, “pueden representar una amenaza a la viabilidad de las especies nativas al competir con estas últimas por espacio o alimento, y eventualmente desplazándolas completamente de la subzona”:

En esta subzona existen bordos que evitan la entrada de aguas residuales a la ciénega, mismos que son utilizados como caminos locales los cuales regularmente son revestidos con tierra, en este sentido, resulta necesario tomar medidas para evitar la apertura de nuevos caminos, a fin de impedir la fragmentación del ecosistema con la consecuente pérdida de biodiversidad, por lo cual únicamente se podrá llevar a cabo el mantenimiento de los mismos, sin que ello implique su ampliación ni pavimentación.

Finalmente, el tular, principal tipo de vegetación de esta subzona, es propenso a los incendios forestales en la parte que tiene expuesta fuera del agua, por lo anterior, y con la finalidad de evitar incendios que impacten a este tipo de vegetación, así como a la fauna, se considera necesario restringir el uso del fuego y las fogatas.

RARR 


  • Monserrat Mata
  • monserrat.mata@milenio.com
  • Reportera en MILENIO Estado de México desde 2016, egresada de la Facultad de Humanidades de la UAEMex. Escribo sobre Salud, Desarrollo Agropecuario y Medio Ambiente.

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