Visitantes disfrutan de playa Miramar ¡Saca el celular rápido que se va el mapache!

El aire es fresco y eso ha atraído a los paseantes, a los turistas y habitantes de la ciudad a la costa, para tratar de mitigar el calor que cala en pleno mes de marzo, que por momentos sofoca en el invierno que aún no termina.

Cientos de familias disfrutan de la playa Miramar en Ciudad Madero. Foto: | Yazmín Sánchez
Jesús Alberto García
Ciudad Madero /

Las banderas negra sobre las torres de playa Miramar ondean fuerte por el viento intenso, pero eso no impide que una familia a unos metros de las escolleras decidan bañarse en las frescas aguas del Golfo de México.

Un hombre de piel tostada jala la línea de su caña, parado desde unas tablas armadas en la escollera del paseo. Una plataforma petrolera encallada le da un toque industrial a la escena iluminada por un sol recalcitrante.

El aire es fresco y eso ha atraído a los paseantes, a los turistas y habitantes de la ciudad a la costa, para tratar de mitigar el calor que cala en pleno mes de marzo, que por momentos sofoca en el invierno que aún no termina.

Por la escollera, un grupo de mujeres camina y les sorprende todo: los vendedores, las pulseras, los pescadores y la gente, la calidez de las personas, mientras se sujetan el sombrero que el aire les quiere arrancar de su cabeza.

De la nada, un par de mapaches asoman sus bigotes y sus caras con antifaz negro, al ser tentados por un joven que con un paquete de galletas en la mano los llama a probar bocado.

Animales acostumbrados a la gente, no dudan en aceptar el regalo que comen rápidamente y luego piden más; el humano no se resiste y satisface las necesidades de una especie que se ha vuelto popular en la playa maderense, parecen nunca llenarse.

Una pareja camina y ve la escena. La mujer le dice al hombre “¡Saca el celular rápido que se va el mapache! Ándale, le tomas la foto así como está, comiendo".

El hombre, un poco torpe, alista la cámara de su teléfono pero logra el objetivo. Pero la viveza del mapache lo motiva a sacar una fritura de un empaque para invitarle un bocado.

Pero el mamífero de pelaje gris es más rápido y le gana, asustando al paseante, que se alcanza a dar un paso hacia atrás. “Sentía que me iba a morder", dijo el señor con una sonrisa nerviosa a su acompañante.

Los visitantes de la playa siguen su camino, ven a los surfistas que desafían el fuerte oleaje de Miramar, les toman fotos, videos y se sorprenden, mientras la gente sigue llegando a playa Miramar, que parece que este año, lucirá repleta como siempre en Semana Santa.

AYPC

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