Seis minas del municipio de Zimapán, en Hidalgo, cumplieron tres días de paro de actividades por un conflicto entre sindicatos de acarreo de material.
Esto ocurre por la intención del Sindicato del Cemento de realizar trabajos en la región de la sierra Gorda del estado, particularmente para obras públicas que habían acordado con el municipio que gobierna el alcalde Hermilo Bravo.
Sin embargo, los sindicatos originarios de Zimapán argumentan que también tendrían intención de trabajar en el acarreo de material de las minas.
Con ese argumento, para pedir que no entre a trabajar el Sindicato del Cemento, el miércoles bloquearon por más de cinco horas la carretera Zimapán- Ixmiquilpan.
Por esta protesta, seis minas de la zona no pudieron operar ese día y a partir de entonces decretaron suspender actividades para no exponer a los trabajadores a un enfrentamiento.
El jueves los trabajadores mineros realizaron una protesta para demandar la intervención de autoridades. Mientras que este viernes una caravana de transporte de carga pesada salió de Zimapán en intención de llegar a Pachuca.
Emilio Rangel, representante de los transportistas, afirmó que pretenden evitar un enfrentamiento, pues consideró que este no beneficio a nadie.
Carlos Bravo, gerente de Carrizal Mannig, que emplea 800 trabajadores y que produce 7 millones de dólares mensuales, estimó perdidas en dos días por 600 mil dólares.
Mientras que Homero Vega, representante de las mineras Purísima y Preisan, afirmó que el paro de actividades ha provocado pérdidas por unos 300 mil dólares en ambos complejos.