La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo que ya no atenderá personalmente a los integrantes de la organización Damnificados Unidos, luego de que ayer abandonaron la reunión con la mandataria capitalina.
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Sin embargo, aseguró que mantendrá abierto el diálogo con los damnificados, aunque ahora sólo serán atendidos por el comisionado de Reconstrucción, César Cravioto.
“Los he recibido una decena de veces, ayer llevábamos tres horas y media en la reunión y tomaron la decisión de salir a dar una conferencia y decir que no los estamos atendiendo cuando estaba yo ahí, así que creo que ya no lo haré, pues no me parece correcto, pero no quiero cerrar la puerta al diálogo.
“Yo siempre voy a estar abierta el diálogo, pero lo que no me parece correcto es que está la jefa de Gobierno en una reunión con ellos, se levantan, dan una conferencia, dicen que no se les está atendiendo y pues al tomar ellos esa decisión pues hay una Comisión en la secretaría de Gobierno que los puede atender y que sean ellos quienes lo hacen pero ya veremos, no quiero cerrar las puertas”, dijo.
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Resaltó que ningún jefe de Gobierno había atendido a la ciudadanía como lo hace ella por medio de las audiencias públicas que realiza de martes a viernes en el Palacio de Ayuntamiento.
“A las seis de la mañana cualquiera que llega al edifico del Ayuntamiento se le atiende sin ninguna burocracia, voy a las colonias a ver el tema de la seguridad, no ando con guaruras para que la gente se puede acercar y tras haberle dedicado 10 reuniones a esta organización y a tres horas y media de iniciada se salen para decir que no los atiendo, no me parece correcto”, afirmó.
Recordó que hay reglas del Fideicomiso y lineamientos que no permiten la reconstrucción o rehabilitación de un edificio por más de 2 millones de pesos, por lo que para algunos casos se buscan estrategias que permitan aumentar los recursos.
“Hay personas de muy alto nivel económico que piden 2 millones de pesos de rehabilitación y hay límites del presupuesto público porque la reconstrucción está siendo financiado con los impuestos de los mexicanos.
FLC