Cuatro Ciénegas, magia del turismo sustentable

Existe la necesidad de conocer estos sitios con ecosistemas únicos en el mundo, sin embargo, reconocen la responsabilidad del cuidado de dichos entornos.

Cuatro Ciénegas cuenta con aguas cristalinas en sus pozas, su flora y fauna, además de las Dunas de Yeso. | Fernando Rodrigo Morales
Luis Carlos Valdés
Cuatro Ciénegas, Coahuila /

El Pueblo Mágico de Cuatro Ciénegas, ubicado en el estado de Coahuila, es considerado el humedal más importante dentro del Desierto Chihuahuense y es uno de los más importantes en México. 

Si bien el 7 de noviembre de 1994 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto en el que se declara como área natural protegida en la categoría de Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) lo incluye entre los sitios prioritarios para la conservación, el Valle de Cuatro Ciénegas. 

En medio de controversias por la afectación de su ecosistema por la aparente sobre explotación de sus aguas por grupos de agricultores, el descontrol en el manejo de visitantes y la lucha de empresarios por la posesión de las zonas (antes ejidales), en donde se ubican dichas zonas protegidas, para darles un valor turístico, los pobladores de este lugar luchan por adaptarse a esta nueva realidad que les da el ser considerado Área Natural Protegida, tratando de conservar en sus posibilidades, con su trabajo, este ecosistema.

Turismo sustentable

Tras un recorrido turístico al Pueblo Mágico de Cuatro Ciénegas organizado por la Asociación de Agencias de Viajes de Coahuila, su presidenta, la lagunera Rocío Reséndiz Lara, reconoció la necesidad en primera instancia, de conocer estos sitios con ecosistemas únicos en el mundo; sin embargo, reconoció la responsabilidad que conlleva, el cuidado de dichos entornos, que en muchos casos, han sido dañados por la intervención del hombre. 

“Es parte de nuestra responsabilidad, el cuidar los recursos naturales que tenemos, no desgraciarlos, porque nosotros somos los primeros depredadores y por lo mismo debemos ser los primeros en cuidar esos recursos que tenemos. Reconoció la necesidad de contar con lugares bien cuidados es necesario fomentar la conciencia responsable de cuidar el entorno que tenemos, destacó. Dijo que se hará una alianza con prestadores de servicios turísticos como touroperadores, para concretar acciones del conocimiento de los atractivos naturales que se tienen en Coahuila, pero ante todo, el cuidado de los mismos, para consolidar el carácter de “turismo sustentable”, en la entidad.

Medidas extremas

En 1994 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto en el que se declara como área natural protegida en la categoría de Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), en lo referente a sus aguas cristalinas en sus pozas, sus flora y fauna, las Dunas de Yeso, sitios cuyo origen y formación datan de hace millones de años. 

De acuerdo a Humberto Huerta Hernández, guía turístico especializado y certificado por la Secretaría de Turismo Federal, en Cuatro Ciénegas existen más de 500 cuerpos de agua registrados, integrado por ciénegas, pozas, lagunas temporales, lagunas permanentes, ríos y riachuelos, cifra que se reduce en temporada de calor, en que sólo se logran registrar 250 cuerpos de agua; siendo a partir del mes de marzo, cuando comienza la desecación y evaporación por las altas temperaturas, asegura. 

Con una profundidad de 5.3 metros y una temperatura promedio de 32 grados centígrados, se encuentra la Poza Azul, humedal que es refugio de especies como mojarra, lisa, tripoleta, entre otros peces. 

El perfil de este lugar es de observación y estudio, por lo que es custodiado por expertos; el control se realiza en el cobro de una tarifa de acceso por persona y está prohibido nadar.

Acceso controlado

Según recuerda Humberto Huerta, el parque denominado las Playitas fue un balneario muy visitado por su gran atractivo, pero esto ha quedado atrás y por un tiempo cerró sus puertas al público. 

¿Qué pasó? “La masividad, y el desorden”, lamenta. Por años, durante los periodos vacacionales, sobre todo en Semana Santa, “el daño ecológico o ecocidio fue increíble”, recuerda.

“Los tres días de la temporada se llenaban de gente, se permitió el acceso al público al interior de la poza, ingerían bebidas alcohólicas, música a todo lo que da”, este descontroderivó en el daño al ecosistema. 

Por lo que tras la declaración de Área Natural Protegida, se optó por cerrarlo y clausurarlo, ya que dijo, no se tuvo control ni respeto para cuidarlo. No los turistas, sino quien lo operaba, no ejidatarios, sino un empresario del propio Cuatro Ciénegas que tuvo su control. 

Posteriormente hubo un pleito con los ejidatarios del Ejido El Venado, que ganó el empresario, pero hace dos años y medio, decidió vender el predio, siendo El Plan 2040, quien lo adquirió. 

Hoy el cobro por acceder a este lugar es de 110 pesos por persona, pero se cobran 160 pesos por uso de un área natural protegida por parte del Gobierno Federal. Humberto Huerta, también conocido como “El Tigre”, dijo que en 2020 la Fundación Plan 2040 para apoyar y ayudar a personas vulnerables del Municipio de Cuatro Ciénegas, sus ranchos o comunidades rurales. 

Dijo que se hará un albergue para estas personas y se apoyará en aspectos como salud, economía familiar, educación, entre otros aspectos. 

Está integrado por varios socios, entre ellos la familia González Arocha. Por ser temporada baja, hay cuatro personas quienes operan. Son aproximadamente cuatro, pero en temporada alta se contrata a una mayor cantidad de personas para garantizar el control del lugar. 

Se tienen cámaras de vigilancia que permiten vigilar que las actividades de los paseantes no dañen el entorno protegido y su seguridad. Ya no es propiedad del ejido, precisó. Explicó que el cuerpo de agua más grande de Las Playitas, tiene un diámetro circular de 800 metros de norte a sur y un kilómetro de oriente a poniente. 

Las profundidades van de menos a más, cinco metros máximo. 

“Se va desecando el humedal, donde baja el nivel quince metros hacia adentro por la evaporación, lo que permite que se pueda caminar por la orilla alrededor del agua en las arenas de yeso, dando la sensación de estar en una playa y admirar los colores verde turquesa y observar el reflejo de la Sierra de la Madera, de la Sierra de Menchaca y la Sierra de San Vicente en sus aguas. 

Humberto Huerta, “El Tigre”, señala que la única poza en la que se permite nadar, es el llamado “Río Mezquite”, en donde el aforo está controlado máximo para 500 personas; para ello el acceso cuesta 200 pesos por persona.

Dunas de Yeso

Hace aproximadamente 65 millones de años, en lo que los especialistas ubican en la era Jurásica y Cretácica, se encontró el Mar de Tethys, se dice que al paso de las eras, el agua no se secó, sino por el movimiento de las placas tectónicas, el agua se filtró dejando a la vista las profundidades arenosas blancas de lo que fue ese mar. 

El paisaje surrealista casi lunar que se formó en medio de la Sierra de La Fragua, San Marcos, Pinos y El Hundido, donde los vientos concentran el yeso en esa zona, erigen caprichosas formaciones de montículos que simulan una especie de castillos. 

Por años, la visita de turistas que aprovechaban para conocer dicho lugar, y donde se puede andar descalzos sin preocuparse por sufrir quemaduras; hace un año fue cerrado, en la zona donde está el conocido “Castillo”, gran formación de arena blanca, que lamentablemente sufrió grandes daños.

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