Especialistas del Hospital General de Zona (HGZ) 2, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila, extrajeron un tumor torácico benigno de “tamaño superior a un melón o de un bebé recién nacido” que presionaba el corazón y pulmón de un paciente de 72 años, causando dificultad respiratoria y afectación en el desarrollo de sus actividades cotidianas.
El especialista en cirugía cardiotorácica, Jonhy Emmanuel Robles Martínez, recordó que en el 2020, iniciando la emergencia sanitaria por covid-19, a don Jorge, un saltillense de 72 años, se le practicó una tomografía axial computarizada y una placa de rayos X que arrojaron la presencia de un fibroma pleural solitario (tumor benigno en la membrana que rodea a los pulmones).
“Hombre sano, activo y deportista, el paciente al principio no aceptó la cirugía y dejó pasar casi un año hasta que la masa creció, invadió la cavidad torácica, comenzó a ejercer presión en el pulmón y corazón y por consecuencia se cansaba y agitaba ante el más mínimo esfuerzo.
“No podía agacharse ni caminar mucho; había limitación para el desarrollo de sus actividades normales, así que decidió intervenirse”, explicó tras referirse al procedimiento, que se llevó a cabo el 21 de mayo de este año y por el lapso de cuatro horas.
Con apoyo de un oncocirujano, una anestesióloga, médicos residentes e internos, Robles Martínez detalló que se trató de un procedimiento quirúrgico lento y complicado, debido a la cantidad de adherencias formadas. Esto, ya que se debía separar el tumor del pericardio (parte que envuelve al corazón), sin afectar la vena aorta (la más importante del cuerpo).
A pesar de que se realizó una herida de 18 a 20 centímetros, el espacio era insuficiente para maniobrar y extraer, por lo que fue necesario hacer una fractura controlada de costilla y así lograron sacar la gran masa, que tenía tamaño superior al de un melón o un bebé recién nacido según dijeron los especialistas.
Don Jorge permaneció en terapia intensiva tres días, estuvo en piso otros tres, para salir del hospital el 26 de mayo y continuar sus atenciones de manera ambulatoria. Regresará a valoración el siguiente año, debido a que sus condiciones de salud son excelentes.
Tras la intervención, el paciente lleva una vida normal y la última semana de octubre fue dado de alta para continuar sólo con valoraciones una vez al año. Ha vuelto a realizar deporte, y retoma de manera gradual sus actividades, por lo que los médicos pronostican que podrá llevar una vida absolutamente normal.
A decir del cirujano cardiotorácico, el HGZ 2 del Seguro Social tiene médicos con un alto grado de preparación y profesionalismo, además de contar con todos los recursos técnicos y el equipamiento necesario para solventar intervenciones de esta naturaleza, aun cuando son de tercer nivel de atención.
“Como profesionales también somos empáticos y nos parece injusto que una familia deba trasladarse a otra ciudad, con los gastos e incomodidades que conlleva, cuando tenemos aquí en la ciudad los recursos y la capacidad para aliviar a los pacientes”, dijo.
Por su parte, Don Jorge agradeció a los médicos y el personal, “me hicieron el favor de quererme como en la familia. Yo les digo que los quiero, respeto, siempre los voy a admirar y los llevaré en mi corazón por esta segunda oportunidad de vida que me han dado”.
Con la cirugía ha vuelto a caminar sin agitarse y, poco a poco, retoma la práctica de deporte y la vida activa que le gusta llevar.
LP