'Pinky', tatuadora que trasciende a través de la piel y del género

Además de haber creado un concepto en su oficio, sus metas son crear un sello reconocido, ser la mejor tatuadora y trascender por su arte.

Pinky le hace honor a su mote, con un estudio, herramientas de trabajo y su vestimenta en color rosa | Rolando Riestra
Brenda Valles
La Laguna /

Con 29 años, talento, perseverancia, ganas de ser la mejor y sobre todo, de trascender a través de su arte, Luz María Parada, mejor conocida como 'Pinky', se ha ido abriendo paso en una profesión que históricamente ha sido dominada por hombres: el del tatuaje.

Pinky, la gomezpalatina que además de tatuadora es psicóloga, a simple vista le hace honor a su mote con un estudio, herramientas de trabajo y su vestimenta en color rosa, generando así todo un concepto y una experiencia al realizarse un tatuaje con ella.

Con nueve años de experiencia en el mundo del tatuaje y cinco ejerciéndolo, Pinky recuerda que en sus inicios se fijó un par de metas: crear un sello que fuera reconocido local y nacionalmente, ser la mejor tatuadora de la región y sobre todo trascender con su arte.

“Cuando empecé a tatuar quise tener un concepto, un sello y algo que me caracterizara… No busqué hacer un concepto femenino así netamente, no busqué hacer algo kawaii que se viera así, sino que fuera un sello, que si tú vieras muchos colores y vieras uno rosa, te acordaras de mí”.

Además de esto, Pinky busca trascender con su arte a través de las personas, pues ve en un tatuaje una manera de dejar algo de ella y así ser recordada por siempre.

“Yo siempre pienso eso que yo quiero trascender de alguna u otra forma a través de las personas: yo siento que es una forma muy buena de trascender. Si ahorita desapareciera de la tierra, por lo menos yo sé que va a haber personas que van a seguir diciendo 'ah mira este (tatuaje) me lo hizo Pinky, pues a lo mejor ya no está aquí o que en paz descanse, pero me lo hizo Pinky'", destacó.

Se dirigen a mí como si yo fuera la asistente: su luchar contra los prejuicios

Luz busca también trascender sobre y a través del género, pues ella es la única tatuadora en el estudio donde actualmente trabaja y pese a contar con el apoyo de sus compañeros ha tenido que sortear una serie de prejuicios o comentarios por parte de los clientes.

"Piensan que a lo mejor me voy a quedar haciendo puros trabajitos chiquitos, puras liniesitas pequeñas… inclusive hay hombres que no se quieren tatuar conmigo porque piensan que hago puros tatuajes para mujeres y es difícil".

Ha sido este último el comentario que más ha escuchado y con el que ha tenido que trabajar; es decir, el prejuicio de que siendo mujer, solamente tatúa a otras mujeres, situación que ha tenido que sobrellevar en sus cinco años como tatuadora profesional.

"Cuando viene la gente al estudio se dirige a mí como si yo fuera la asistente o como si fuera la chica que perfora, o sea nunca dimensionan en su cabeza el ha es una chica que tatúa, piensan que nada más tatuó mujeres, que nada mas tatuó cosas rositas, nada mas soy la asistente o cosas por el estilo".

Hace cinco años, cuando con un mes de experiencia le abrieron las puertas de Nictos, Pinky decidió que se prepararía para ser la mejor tatuadora, sin importar ser hombre o mujer, por lo que se tomó su trabajo con toda la seriedad y profesionalización que este requería.

Con sus reglas, horarios y sobre todo ética, por lo que comenzó clases de dibujo y pintura, para además de su formación como psicóloga, tener la de artista y entregar así a sus clientes una mejor experiencia. Además de esto, Pinky señaló que su área en el estudio es siempre un lugar seguro para cualquier persona, donde pueden sentirse cómodos y seguros, tanto hombres como mujeres.

Aspira a perfeccionar el estilo del realismo

Todo esto para buscar ser la mejor o una de las mejores, abriéndose paso cada día más en un mundo de hombres, preparándose para en un futuro próximo participar en más expos de tatuajes, donde espera en algunos años ya tener premios por sus tatuajes.

Además, Pinky quiere expandir su estilo de tatuaje y perfeccionar el estilo del realismo, para así en cinco años poder lograr todas las metas que se fijó, esto con ayuda de sus clientes, quienes comenta, los lleva en el corazón, pues todos han sido parte vital de su crecimiento, trascendencia y apertura de su camino en el mundo donde ella decidió caminar y crecer.

Finalmente Pinky destacó que ama su trabajo y que para ella es la mejor manera de expresar su arte, haciendo todo desde el corazón, por lo que busca seguir abriéndose paso en el tatuaje y si puede, en el proceso servir a otras mujeres de inspiración para incursionar en el tatuaje y expandir su arte sin miedo y con empoderamiento.

Sgg.

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