Agua de menta y hierbabuena pide un cliente a Kurt Kenny del Ángel, quien en cada producto que vende sabe que está el esfuerzo de su familia, especialmente de sus padres: Sandra y Roberto, que hace 10 años emprendieron un negocio de elaboración de productos a base de cacao, que traen de Tabasco, y que ahora reconocen muchos pachuqueños.
"Somos seis en la familia: mis papás y mis tres hermanos, y ahora, después de 10 años de trabajo, la familia vive de este negocio gracias a la elaboración de productos que ofrecemos con cacao 100 por ciento natural", explica Kurt, mientras sirve el vaso de agua de menta y hierbabuena que ofrece a 25 pesos.
En el puesto contiguo, Carmina Díaz vende cactáceas y flores de noche buena. Dice que su hermano cultiva estas plantas exóticas que cautivan a los visitantes que pasean por la Plaza Independencia, aunque asegura que las plantas más solicitadas son las carnívoras, que vende por 100 a 150 pesos. "Mi hermano tiene su invernadero, le encantan estas plantas y yo le ayudo los fines de semana".
"Las ventas van bien y nosotros tratamos de ofrecer variedad de cactáceas, por ejemplo, tenemos la promoción de suculentas por 15 pesos, son plantitas muy nobles, pero tenemos otras más de colección, que van de 80 hasta los 300 pesos. Pero tenemos esta de mil 800, porque es una especie extraña", dice, mientras muestra a una clienta la Cresta Africana, una cactácea de bordes ondulados.
Así, los visitantes también recorren los puestos de hot cakes que a las 15 horas no tiene gente. Quienes se preparan para cuando arrecie el frío de la tarde noche son dos mujeres que venden chicharrones preparados por 25 pesos, tostadas de pata a 25, buñuelos de 15 que pueden acompañar con un ponche bien caliente por 10 pesos más.
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"Ha estado tranquila la venta, aunque continua. Llevamos tres años participando en estas cabañitas y hace un año hubo más gente", dice una de ellas, mientras el Reloj Monumental indica, con una melodía Navideña, que es momento de ir calentando el ponche.
El puesto de frappés y esquimos es visitado por una pareja de jóvenes que sonríen cuando dan el primer trago, "porque tenemos frío aunque se nos antojó el frappé", dice Laura, quien aprovecha el abrazo de su compañero para pedir un esquimo de fresa.
"No hemos tenido mucha venta en estos días, pero ha llamado la atención de la gente las cabañitas porque dicen que así no se ve tan sola la Plaza Independencia. Ojalá continuara este proyecto y nos quedáramos después del 6 de enero".
"Mi hermana Elizabeth y yo vendemos productos artesanales. Yo hago los collares y las pulseras que aprendí a realizarlas solas, soy autodidacta, y mi hermana se ayuda con sus gastos para su hija vendiendo estas galletas de 12 pesos el paquetito", dice, mientras del otro lado de la plaza a Kurt ya se le acabó el agua de hierbabuena con menta, pero empieza a calentar el pozol, la bebida tradicional prehispánica hecha con cacao, "porque empieza a hacer frío", concluye.