El panorama durante el Día Internacional del Agua, conmemorado ayer, es que las recientes lluvias ayudaron, pero no fueron suficientes para aumentar el nivel de almacenamiento de los tres embalses del estado.
Ante esta situación, los mismos santiaguenses opinan que, sin agua, la presa de La Boca “pierde su magia”.
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“En Santiago tenemos dos atracciones: la presa de La Boca y La Cola de Caballo, y ya vimos que las dos están muy abandonadas. Es que sin agua se acaba la magia en Santiago”, expresó Óscar Silva Morales, uno de los comerciantes.
Para los restauranteros y comerciantes santiaguenses, la época actual ha sido larga y difícil, pues tuvieron que sortear primero años de inseguridad, incendios forestales, luego la pandemia de covid-19 y finalmente la letal crisis del agua.
Y la propuesta que han hecho es que trasvasen agua de la presa Cerro Prieto a La Boca, para de esa manera mantener el atractivo del lugar y su vocación turística.
Silva Morales, quien tiene un negocio de comida de mar a la orilla del embalse, mencionó que han propuesto que traigan agua de las otras presas.
“Más que todo que haya algo de agua, que el ambiente se mejore, no queremos que la llenen hasta el tope, con el 70 u 80 por ciento que le den, nada más para que la gente pueda venir y tomarse una foto, que no se vea tan desértica, que se note que al menos tiene tantita agua”, indicó Óscar Morales Silva.
Pese a que se puede caminar hasta el centro del vaso, los locatarios de Santiago tienen fe en que de todos modos lleguen los paseantes hasta La Boca en esta Semana Santa.
“No es lo mismo, porque sin agua como que se ve muy solo, ni gente hay, y se necesita para que mejore el ambiente”, comentó Alexis Alegría, quien visitó el sitio con familiares.
Alegría llegó a la presa de La Boca con algunos familiares procedentes del estado de Chiapas, para encontrarse con sorpresa una sitio desolado, seco, donde se puede caminar hasta el centro y ver embarcaciones varadas porque ya ni lodo queda.
Y suben precios en expendios
En el 2022, la crisis del agua obligó a los ciudadanos a tomar alternativas para el consumo del vital líquido, como rellenar los garrafones en los dispensarios independientes que se ubican en la mayoría de las colonias de Nuevo León.
Los expendios que venden el vital líquido también sufrieron desabasto, específicamente al norponiente del Área Metropolitana.
Para este 2024, se estima que haya una crisis de agua similar, por lo que los ciudadanos ya comparan precios, pues en algunos lados el relleno para garrafones de 20 litros ya rondan entre los 20 y 30 pesos.
“Aunque está cara, con 15, 16, 17 o 18 pesos se llena el garrafón, pero pues cuando menos hay, y es agua purificada, porque la de la llave esa ya tengo tiempo que no la tomaba”, señaló un ciudadano.
Otra persona consultada indicó que prefiere utilizar este tipo de expendios, ya que son más económicos en comparación de los supermercados o las tiendas de conveniencia.
Estos expendios varían en sus precios, pues en algunos puntos van desde los 10, 15, 20 y hasta 30 pesos por botellón, provocando que algunos tuvieran desabasto de agua.
Especialistas llaman a los ciudadanos a ser más conscientes sobre el uso responsable del agua, tanto potable como purificada, pues en este año, se podría enfrentar la misma problemática que se vivió en los últimos años en el estado.
nrm