Del Parque Rojo al Tianguis Cultural en Guadalajara: comerciantes reubicados sobreviven entre nostalgia y ventas bajas
Patricia Morales es una de las comerciantes reubicadas. Tiene 18 años en el oficio y ocho de ellos los vivió en el Parque Rojo o Revolución. Hoy, desde su nuevo espacio, reconoce que las ventas han caído drásticamente.
Patricia Morales compartió que solo se está llevando un 30 por ciento de las ventas que antes tenía. Asegura que la ubicación anterior era estratégica, por la cercanía con rutas de transporte, oficinas de paquetería y el tren ligero.
“Obvio, las ventas no son las que teníamos allá, pero imaginamos que conforme vaya pasando el tiempo y que nos hagan publicidad, pues tengamos más ventas”.
Tras cambios, esperan que sus clientes los visiten
Carlos Zamora, quien ofrece figuras de anime y ropa, también vivió ese golpe económico.
Aunque reconoce el esfuerzo del gobierno al abrir un nuevo espacio, también señala una falta clave.
“Yo creo que el gobierno ha hecho una buena opción, entendemos la necesidad de la remodelación, pero ahora sí ocuparíamos del apoyo del gobierno, de ustedes como prensa, para que la gente vuelva a visitarnos”.
Desde Atotonilco el Alto, Jalisco, José Luis Rosales Muñoz viaja cada semana para vender miel, propóleo y cera.
El DatoUbicación y horario
El Tianguis Cultural se ubica en Calzada Independencia y Del Campesino, frente al parque Agua Azul. Su horario es cada sábado de 8:00 a 17:00 horas
Lo hace para sostener a su hija, quien estudia en Guadalajara. Él fue de los primeros en aceptar la reubicación.
“Yo quiero regularizarme, quiero pagar impuestos y batallar. Estoy acostumbrado, vengo del campo, estoy acostumbrado a que no me regalen nada”
Sin embargo, las cifras también le pesan: “a comparación del Parque Rojo, se nos bajaron un 95 por ciento las ventas. Y aun así, no baja los brazos. Nuestros clientes del Tianguis El Rojo, si les gustó nuestro producto, tienen que estar viniendo para acá”
Los tres coinciden: falta difusión, falta que la ciudadanía sepa que siguen allí, trabajando de sol a sol. Mientras tanto, resisten con la esperanza de que las próximas semanas traigan algo más que sol y lluvia: que traigan clientes.
SRN