Rodrigo Ramírez, Antonio Landaburu y Mauricio Luna, ganadores del concurso de Innovación Retos CDMX en el área de economía circular, con el proyecto "Boomerang", que consiste en un producto - servicio de contenedores reutilizables para despacho de alimentos en restaurantes, comentaron que su objetivo es evitar el uso de desechables y por lo tanto la generación de residuos asociados a estos productos.
Durante el webinar "Desechables, ¿en realidad los necesito?" organizado por la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Rodrigo Ramírez mencionó que en México cerca de 9 millones de personas piden comida a través de apps.
“En promedio un mexicano pide comida cuatro veces al mes y la razón por la que nacemos es para frenar y evitar la contaminación plástica a través de contenedores de acero inoxidable pues entendemos que es un producto que puede durar más de 20 años y siempre va a poder ser reciclable", agregó.
Explicó que con su proyecto los restaurantes seguirán recibiendo pedidos y la comida será servida y entregada en ese contenedor. Resaltó que Boomerang dará un tiempo de 24 horas al consumidor para recoger el contenedor para después lavarlo, desinfectarlo y regresarlo al establecimiento de comida.
Irving Delit, ingeniero ambiental de Sedema y participante en la elaboración del programa integral de Residuos Sólidos de la Ciudad de México, informó que en la capital se están generando más de 13 mil toneladas de residuos al día y cada persona aporta con alrededor de kilo y medio de residuos.
A partir del 1 de enero de 2021 quedará prohibida la comercialización, distribución y entrega de tenedores, cuchillos, cucharas, palitos mezcladores, platos, popotes o pajitas, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos, vasos y sus tapas, charolas para transportar alimentos, aplicadores de tampones, fabricados total o parcialmente de plásticos, diseñados para su desecho después de un solo uso, excepto los que sean compostables.
Exhortan a evitar uso de productos desechables
La Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), integrantes de Greenpeace México, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y expertos en economía circular exhortaron a los capitalinos a evitar consumir productos desechables y elegir artículos duraderos, ya que los materiales desechables afectan el medio ambiente y la salud de los seres vivos.
Al participan en dicho webinar, Ornela Garelli, especialista en consumo responsable de la Organización Greenpeace México, alertó que la contaminación generada por plásticos desechables afecta a más de 100 mil animales marinos y provoca la muerte de un millón de aves al año, además de que también daña la salud humana.
"No es una problemática que se quede en el plano ambiental ya que se han encontrado microplásticos en en alimentos y bebidas que consumimos diariamente como por ejemplo la cerveza, miel, azúcar, agua embotellada e incluso en los mariscos u otros alimentos. Esto hace que comamos hasta 70 mil piezas de plástico al año", precisó.
Detalló que una investigación realizada el año pasado por Greenpeace detectó que en uno de cada cinco peces que se compran para consumo humano en el país se hallaron microplásticos en sus vísceras.
Resaltó que el 80 por ciento del impacto ambiental de un envase plástico viene justamente de su diseño, desde su origen, para ser utilizado solo por unos minutos y después desecharlo.
Esto, dijo, impide que el envase sea reutilizado por más años porque está destinado a tirarse.
Al respecto, Alethia Vázquez, profesora e investigadora de la UAM Azcapotzalco, comentó que del 100 por ciento de todo lo que se genera en el país, aproximadamente el 13 por ciento está constituido por plásticos como las bolsas, envases de alimentos, productos limpieza y de cuidado personal, unicel y envases de PET.
Detalló que de todos los usos que se le dan a los plásticos entre 40 por ciento y 50 por ciento se destina a aplicaciones de envase y embalaje, y estos generalmente tienen una vida útil corta porque se usan y desechan rápidamente.
Agregó que cuando no se entregan al sistema de recolección o acopio se pierde todo el control y esto provoca que sean transportados por la lluvia o el viento y lleguen a los drenajes, así como a distintos ecosistemas.
jlmr