Durante los festejos navideños las piñatas no solo forman parte de la decoración de esta temporada también se rompen en posadas convirtiéndose en toda una tradición.
Aunque hay diferentes tipos la de siete picos es la que más se comercializa durante el mes de diciembre.
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Los siete picos simbolizaban los siete pecados capitales: pereza, envidia, gula, ira, lujuria, avaricia y soberbia. El romper la piñata con un palo significa vencer el mal, explicó Carlos quien junto con su familia tiene un taller donde fabrican piñatas desde hace 25 años.
“Es un ritual de la lucha entre el bien y el mal y que lo que representan los picos y la gente comienza a golpearlos con el palo y el final el que caigan los dulces es como una recompensa”, explicó Carlos.
Según la tradición, las piñatas decembrinas deben estar hechas de cartón o barro y poseer los siete picos que forman una estrella, pero su elaboración muchas veces depende del gusto del cliente.
Elaborar una piñata puede varias entre los 20 y 40 minutos dependiendo del material que se utilice.
“Primero se hace la bola y haciéndola armas tus picos y comienzas a armar la estrella y ya se decora, estás de China se invierten menos de 20 minutos es rápido y ya otras más laboriosas como la típica mexicana se tarda más porque es papel volteado y se tarda 20 minutos extras”, dijo.
Aunque consideramos la piñata como una tradición mexicana, su origen viene desde el continente Asiático, solo que los materiales que utilizaban los chinos eran distintos a los que se emplean en México, país al que llegarían años más tarde.
En China se quebraban en Año Nuevo y era una figura hecha de papel y engrudo en forma de toro, que es un animal sagrado para está cultura y lo rellenaban con algunos alimentos.
Mientras que en México la piñata se llena con dulces, cacahuates y frutas de la estación: naranjas, limas, mandarinas, tejocotes, jícamas, cañas y otras.
JMH