Cuando naces llegas con dos boletos uno el de la vida y otro el de la discapacidad, señala Reyes López de la Cruz, un joven de Salvatierra que participó en el Primer Parlamento para Personas con Discapacidad a nivel nacional que se desarrolló en el Congreso de Guanajuato.
Es difícil entender porque a veces la gente los veía como bichos raros, pidiendo trabajo y escuchando el rechazo reiterado una y otra vez no, no hay lugar para usted, no podemos, etc., cuenta en el salón de Plenos.
Pero el rechazo constante además del coraje lo que pulió fue una idea de juntar a los rechazados, a los bichos raros, a los que no les dan oportunidad para hacer un proyecto productivo de algo que conocen bien, porque son parte de sus vidas, las sillas de ruedas.
“Hoy cumplo 18 años de que adquirí mi discapacidad, en un accidente de trabajo, me caí de un edificio de casi 12 metros y ya no pude caminar”, dice.
Este joven tiene una actitud positiva, convencido de que está en esta vida para dejar huella; que no hay que ser del montón y ayudar a cambiar la percepción de la gente hacia ellos, por los que vienen atrás.
“De tanto rechazo y nadie nos empleaba, hicimos un proyecto productivo: fabricar sillas de ruedas. Para esto tuvimos que aprender primeros auxilios, soldadura, básica, soldadura industrial, computación, prácticamente todo para poder llegar a fabricarlas. No fue fácil. Fue todo un procedimiento, que me sirvió”.
Sin embargo, Reyes le pide a los empresarios que ayuden a las personas con discapacidad para que se puedan incorporar al trabajo; que se sienten atrás de un escritorio o de una máquina, eso sería importante porque podrían desarrollar sus habilidades.
En el parlamento participaron 38 personas 19 mujeres y 19 hombres, con discapacidades: motriz, auditiva, visual o intelectual. Cada uno participó en una de las cinco mesas de trabajo para exponer sus propuestas en diferentes temas: como
Accesibilidad, Acceso a la justicia. Educación. Trabajo y empleo. Participación en la vida política y pública
Las mejores propuestas, fueron presentadas en tribuna. Solo hay que esperar que esas propuestas no queden como muchas leyes en el estado y acaben en los archivos, siendo letra muerta.