Este domingo 24 de febrero concluyó la cumbre contra el abuso sexual en el Vaticano, en donde participó el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, quien aseguró que este evento no es para poner un “punto final” a este tema sino para abordar con mayor apertura este flagelo.
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Mediante un comunicado el también arzobispo de Monterrey, señaló que la reunión sirvió para definir los procedimientos que deben seguirse ante alguna acusación, para proteger a las víctimas.
“Esta reunión es una respuesta tangible a las voces de quienes, sumidos en el dolor, claman justicia. No es un acto que busca poner “punto final” al problema, al contrario, es un oasis que nos brinda la ayuda para seguir adelante, alentándonos a caminar con firmeza, buscando que la luz de la verdad sea la que guíe nuestra vida como Iglesia.
“Queridos hermanos y hermanas, el trabajo y la respuesta pastoral, ante cualquier situación, son continuos, no podemos detenernos. Aprendamos de los errores para no volverlos a cometer. Es necesario orar, llevando a la vida cotidiana nuestra oración, buscando ser testigos fieles del Evangelio”, expuso.
En la cumbre participaron 190 representantes de la Iglesia católica, entre Cardenales, Obispos, Superiores Religiosos y Laicos para abordar las acciones que tomarán en la erradicación de estos delitos.
“Los diversos acontecimientos que, en los últimos años, han salido a la luz pública y que avergüenzan tremendamente a la Iglesia, son asumidos con responsabilidad cristiana y por ello, de manera especial, en estos días (21 al 24 de febrero), nos encontramos reunidos con el Papa Francisco, en el Vaticano, más de un centenar de Cardenales, Obispos, Superiores Religiosos y Laicos, para reflexionar y trabajar” señaló en su mensaje dominical el arzobispo.