Con más de 30 mil peregrinos, entre varones, mujeres y ciclistas, procedentes de Querétaro y sur de Guanajuato, se realizó la 134 Peregrinación anual de la Diócesis de Querétaro, donde los peregrinos caminaron a pie hasta 17 días saliendo de la comunidad de Neblinas, al norte de la Sierra Gorda en su mayoría, para llegar este domingo a la Basílica de Guadalupe y dar gracias a la Virgen del Tepayac.
Esta peregrinación se realiza cada año en las mismas fechas, los peregrinos a pie se dividen en hombres y mujeres, otro grupo parte de la misma zona en bicicletas; ellas salieron hace 17 días y ellos hace 16, los que hicieron el recorrido en sus bicis dos días después.
Desde la tarde del sábado el grupo de unas diez mil mujeres arribaron al Centro de Tlalnepantla donde pernoctaron en su última parada, este domingo alrededor de las 4:00 las mujeres peregrinas continuaron su camino y fue alrededor de las 8:00 horas que los primeros contingentes ingresaron a la explanada de la Basílica de Guadalupe, en la delegación vecina de Tlalnepantla, Gustavo A Madero de la Ciudad de México.
El grupo de más de 20 mil varones, realizo su última parada de descanso en Cuautitlán, de donde partió en la madrugada y sólo detuvieron su marcha en Santa Cecilia, donde realizaron oración por la Hora Santa, para continuar su trayecto y llegar ante los pies de la Virgen de Guadalupe.
De acuerdo con la comisión eclesiástica de organización de la 134 Peregrinación de la Diócesis de Querétaro al Tepeyac, no hubo eventualidades graves, en el recorrido de Neblinas al Tepeyac, sólo casos aislados de deshidratación, torceduras por caídas, o daños por ámpulas en los pies.
Los peregrinos, en su andar motivados por su fe, soportaron las inclemencias del tiempo, sol, lluvias, frío, calor, pero nada los detuvo, caminaron sobre lodazales como en el tramo Huehuetoca-Coyotepec o sobre las aguas pluviales como en Cuautitlán.
Pero también se divirtieron, como las carreras entre el lodo que organizaron los peregrinos en San Juan del Río, donde parejas de competidores se desplazaban corriendo entre el fango, donde las caídas y resbalones sacaban carcajadas a los feligreses.
"Todos sabíamos a lo que vendríamos, todos sabemos de las condiciones del camino, de los obstáculos y peligros, pero es más grande nuestra fe", indicó María Consuelo Ordaz, de la Sierra Gorda.
En la Basílica de Guadalupe se ofició una misa en honor de los peregrinos en bicicleta quienes fueron los primeros en arribar, luego a las 10:00 horas otra en honor de las peregrinas que llegaron al reciento a las 8:00 horas, después del medio día una misa más se realizarían ante la llegada de los peregrinos varones.
Las tres expresiones recibieron bendiciones de parte clérigos del recinto religioso, pidiendo al creador por que todos tuvieran un buen retorno a sus lugares de origen después de 17 días de caminata.
PNMO