Un total de 632 jóvenes, de la clase 1999, anticipados y remisos concluyeron este sábado con su participación en el Servicio Militar Nacional.
Mediante una ceremonia protocolaria en las instalaciones de la Séptima Zona Militar, se informó que entre los participantes hubo dos mujeres que se integraron de manera voluntaria a este programa General de Adiestramiento del Servicio Militar Nacional.
El evento lo encabezó José Luis Cruz Aguilar, comandante de la IV Brigada de la Policía Militar, quien resaltó ante los jóvenes, las distintas formas de cumplir al país por medio de las fuerzas castrenses.
“Es una de las formas de cumplir con el país, con las instituciones, con un deber ciudadano, el otro es a través de la compañía del Servicio Militar Nacional encuadrado por seis meses, y otro más es con el servicio en las armas de manera permanente, como soldado del Ejército o de la Fuerza Aérea, frente a estas formas de cumplir con el país o con la Patria, hay que hacerle una mención muy especial a las damas.
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“Porque el servicio de las armas, no obstante que la estrofa del Himno Nacional nos invita a todos los mexicanos sin distinción de género, llevado a la práctica se cree que es exclusivo de los varones, pero hay mujeres cada día, representando más a ese género el uniforme de manera permanente, pero aquí como esta dama que está frente a nosotros, que lo hace de manera voluntaria, eso es realmente significativo, eso merece más que un reconocimiento y un aplauso”, expresó.
Comentó que el deber con la Patria es permanente, no concluye, y que llegará un momento en el que por la edad los participantes estén en otra fase de la vida, probablemente no como soldado.
La voluntaria
La joven Diana Laura de la Rosa Escobar, de 21 años de edad, llamó la atención entre los asistentes a la ceremonia, por ser una de las dos mujeres que participaron dentro del programa de adiestramiento, y expresó que ella quiere integrarse a la milicia, por eso se sumó al Servicio Militar Nacional.
“Lo empecé para llegar a una meta que yo me propuse; el llegar a ser una gran soldado, es mi mayor anhelo, es una gran ayuda que sirve (este adiestramiento), empezando de lo más bajo, ya que todo tiene un sacrificio para llegar a ser un gran soldado.
“Yo me incorporé en agosto y la verdad le agradezco a mis sargentos, instructores que me enseñaron el valor, la disciplina y somos muy pocas las mujeres que logramos hacer el Servicio”, comentó.