Conectividad y desorganización, principales problemas de estudiantes con docentes

En el marco de la pandemia, se confirmó la importancia de la dimensión afectiva en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Foro del Campo Estratégico de Acción en Modelos y Políticas Educativas | Especial
Jaime Zambrano
Puebla /

A trece meses de la implementación del esquema de educación a distancia para reducir la posibilidad de contagios ante la pandemia del covid-19, los estudiantes expresaron que los problemas de conectividad, las dificultades de comunicación con los docentes y la organización del tiempo son sus principales dificultades en el proceso de aprendizaje.

De acuerdo con el análisis “Entornos Virtuales”, realizado por Omar Gutiérrez Peral, coordinador de Educación Virtual de la Universidad Iberoamericana Puebla, en ningún nivel poblacional se superó el reto de la conectividad, tanto en la calidad de la red como en el acceso a los dispositivos a través de los cuales alumnos y maestros se incorporan a las clases en línea.

Ante la pandemia y el esquema de clases a distancia, los profesores han tenido aprendizajes significativos que formarán parte del diseño de nuevas estrategias pedagógicas virtuales para apoyar a los estudiantes, tomando en cuenta el entorno.

“Tales hallazgos contemplan diferenciar los desafíos de los estudiantes foráneos y locales, identificar elementos para favorecer las dinámicas prácticas y contar con un acervo robusto de actividades complementarias”, resaltó el investigador.

En los últimos meses, en el marco de la pandemia, se confirmó la importancia de la dimensión afectiva en los procesos de enseñanza-aprendizaje, comentó Gutiérrez Peral, en el marco del XVII Foro del Campo Estratégico de Acción en Modelos y Políticas Educativas del SUJ (CEAMOPE), apuntó Gutiérrez Peral.

El académico de la universidad de carácter privado resaltó la importancia de incluir acciones dedicadas a mantener y potenciar la motivación de los estudiantes, así como a la reflexión y el diálogo abierto.

“La tecnología va a ser una variable, pero el centro del diseño de actividades sigue siendo la experiencia de aprendizaje”, comentó el especialista de la universidad poblana que forma parte del Sistema Universitario Jesuita.

Por su parte, la investigadora de la Ibero Puebla, Amaranta Cornejo Hernández, comentó que, en el marco de la pandemia, las académicas dedican cinco horas diarias al trabajo doméstico y de cuidados: preparación de alimentos, lavar la ropa y asear la casa son las actividades más recurrentes.

Señaló que trece investigadoras de cuatro regiones del país recopilaron los testimonios de casi una veintena de sus colegas para comprender sus condiciones de vida y ejercicio profesional durante la pandemia.

Según el estudio titulado “Teletrabajo de académicas en México: su precarización y afectividad”, la presencia de una cultura académica de autoexplotación y transferencia de costos: se ha normalizado trabajar por más de diez horas diarias para cumplir con las demandas de producción.

Agregó que se manifiesta una contracción en la fuerza laboral de las instituciones educativas, donde la docencia y la academia se insertan en el panorama de incertidumbre.

“La llegada de la pandemia implicó que el 100 por ciento de las académicas se convirtieran en usuarias de espacios digitales, antes representaban menos del 45 por ciento”, expresó.

En ese sentido, Cornejo Hernández cuestionó si la hiperconectividad genera vínculos interpersonales o refuerza la invasión de lo privado. “¿Qué tanto esta vida onlife agota nuestra energía vital?”.

AFM

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