Dice un dicho popular ¡Qué bonito es ver llover y no mojarse! Nada más cierto, así que el primer Fototip, es aprovechar el encierro y desde una ventana retratar lo que vemos y siempre “hay que buscar nuevas formas de mirar”, así que, en vez de abrir la ventana, en este caso del auto, el consejo es aprovechar las gotitas de lluvia que se quedan ahí para formar una textura, esto logrará que podamos darle un nuevo giro a nuestra imagen, haciendo de ella algo más al estilo impresionista.
Recuerden que vale la pena voltear a ver la 'Historia del Arte' y aprender de ella, incluso tratar de re crearla, o mejor aún: Reinterpretarla.
El segundo Fototip, es no tener miedo a acercarnos. ¿Ya vieron este primer primerísimo plano de las gotas? Parecen miles de ojos mirándonos, es algo casi surrealista… ¡y esta foto se logró una tarde mientras esperaba a alguien en el auto!.
Lo que forma lo que pareciera la bolita del ojo, es un árbol en la banqueta que aparece distorsionado y aquello que parece un sol, no es más que la luz de un semáforo. Esta foto se realizó con una cámara super sencilla, pero también se puede hacer con un celular, si este cuenta con el modo macro, que nos permite retratar cosas de cerca.
Pero hablar de lluvia y no hablar del arcoíris, resultaba imperdonable, por eso también se trabajaron estas imágenes, el Fototip, es tener muy en cuenta la posición del sol con respecto a la lluvia, pues generalmente el arcoíris aparece cuando el sol está muy perpendicular en el horizonte, ya sea cerca poco después del amanecer o ya al caer la tarde, y siempre del lado contrario al que llovió, algo que funciona mucho para captar todos sus colores es buscar un fondo neutro u obscuro, que permita apreciar todo espectro, además de contrastar la foto desde la toma.
El plus de esta foto, fue esperar a que una persona pasara justo al final del arcoíris, para que cuando alguien viera la foto, le pudiéramos ofrecer algo aún más interesante.
¿O qué tal esta? La cual fue tomada cerca de Tlaxcala, por la Vía Corta de Santa Ana, al momento de ver el arcoíris, cuando el arco caía sobre la cúpula del templo ¡saz!, hubo que subir corriendo a un puente peatonal para lograrla, porque de pronto el fenómeno no dura demasiado tiempo.
Finalmente, vale la pena no dejar de mirar hacia arriba, porque los cambios de temperatura y los días nublados pueden provocar fenómenos como este, que parece un arcoíris, pero propiamente no lo es: Se trata de un halo solar, fenómeno óptico y meteorológico que se presenta en la atmósfera, generalmente a medio día, que se produce por la refracción de cristales de hielo, estos se forman cuando hace algo de frío.
AFM