Una pregunta que nos debemos hacer es ¿Quién sale a pasear? ¿Tú o tu lomito? Y considerar que no basta con el ejercicio físico para estimularlo; es necesario dejarlo desarrollarse mentalmente y así garantizar que estén bien como dice el refrán: “de cuerpo y alma”.
Los expertos recomiendan dejar a los perritos explorar a través de su olfato, que es uno de sus principales sentidos, pues con este es como conocen al mundo, se presentan con otros animales, buscan personas o cosas y saben lo que sucede a su alrededor.
Lo mejor para estos casos es dejarlos en campos abiertos donde puedan moverse sin riesgos o llevarlo a pasear con una correa larga para que él decida a dónde quiere ir, cuánto tiempo quieren estar en un lugar e incluso si quieren regresar al primer punto de partida, para activar su mente y tener la “película” completa de lo que desean saber.
¿Quién lleva a quién?
El doctor Rafael Cano Torres, coordinador del Centro Infantil de Rehabilitación Asistida con Canes (CIRAC), aconseja dejar en libertad a los perros durante los paseos para relacionarse con el mundo, sin obligarlo a pasear al ritmo del dueño o dueña.
Cuántas veces, pregunta, no se observa a perros caminando al lado de su amo, la ruta que le ha trazado, sin permitirle detenerse o moverse a su gusto. Cuando esto sucede, indica, el viaje se vuelve rutinario, solo se ejercita físicamente, pero no su capacidad cognitiva.
Ésta le permite estar satisfechos, desarrollarse y cumplir retos o metas, sentirse realizados, felices y no experimentar aburrimiento, estrés u otras conductas no deseables cuando regresa a casa. Más aún tomando en cuenta la naturaleza de este tipo de animales, sobre todo de algunas especies con el olfato mucho más desarrollado.
“Algo muy importante que siempre se deja de lado y que muchas personas olvidan es la estimulación física; solamente piensan en sacarlo a correr para hacer ejercicio, pero no se ponen a trabajar en la estimulación mental.”
Y añadió:
“Los perros son muy inteligentes y un can que no está estimulado mentalmente está aburrido. Sí tiene muy buena condición física va a ser un perro aburrido con muy buena condición física para hacer destrozos en casa porque es la única forma de tener una actividad que le repercuta en un desafío mental”.
Hay muchas maneras para la estimulación mental y una de ellas es sacarlos de paseo con una correa muy larga que le permita al perro olfatear, marcar y decidir a dónde quiere ir. Con esa correa la persona que le acompaña puede mantener el control para evitar riesgos como el que pueda enfrentarse con otro perro, lesionar o asustar a alguna persona, ser lesionado por algún vehículo o que pudiera extraviarse.
Olfatear para averiguar
Los perros, abundó, necesitan mucho trabajo de reconocimiento y conocen al mundo a través del olfato.
“Es muy triste para los perritos que no les permite ni siquiera bajar la nariz para percibir el aroma que emana del árbol, del pasto, de la tierra. Eso es lo que más hace falta, permitirles un paseo en el que ellos disfruten”.
No se trata de salir a caminar con un animal de compañía, sino de sacarlo a ejercitar su mente y conocer cosas nuevas en cada salida. De hecho, entre más aburrido sea el paseo para el humano es más beneficioso y provechoso para el perro.
“Si el perro camina 10 metros y se quiere regresar tres y luego se vuelva a regresar y vuelve al mismo sitio o lo hace en círculos da igual, es lo que quiere hacer, es su paseo, quien tiene que disfrutar es él o ella, no nosotros. Si nosotros tenemos 10 minutos para pasear al perro que sean 10 minutos, con eso baja el nivel de ansiedad y estrés permitiéndole hacer uso de su olfato, algo que es una conducta natural para el perro” señala el médico veterinario.
Esa es una de las causas por la que los lomitos empiezan a tener niveles de ansiedad muy elevados y estrés que después se traducen en ladridos en casa, en destrucción y en muchos otros problemas de conducta que significan un grito de auxilio de una mascota que no tiene cubiertas sus necesidades mentales y emocionales.
¿Cuánta actividad necesitan?
El especialista da tanta importancia al cuidado físico como mental. Para el primero es necesario tener en cuenta que no todos los perros tienen las mismas necesidades. Esto varía dependiendo de la raza, la edad, la condición de salud y sexo, entre otros elementos.
Para ello, el dueño o dueña debe estar consciente que no todos necesitan correr varios kilómetros, que no se va a ejercitar igual a un border collie o un pastor belga que a un salchicha o un pug, eso puede causarles un infarto en algunos casos.
Es mortal traer a un perro de talla pequeña jalando al lado de una bicicleta. Aunque se cansan demasiado, hay quien lo hace para que el perro no se mueva en tres días y no le demande atención, pero al final sólo está dañando su salud.
“Lo dejas destrozado desde las almohadillas, las articulaciones, los músculos. Así cualquiera se queda quieto. Se tiene que regular la actividad física en función de la masa y la edad” apunta Rafael Cano.
Tampoco se trata de traer a cachorros muy jóvenes corriendo 3 o 5 kilómetros, cuando no han superado ni los cuatro meses de edad, ya que eso les va afectar fuertemente porque les van a desgastar en demasía las articulaciones, por lo cual difícilmente llegarán a una edad adulta en buenas condiciones y sin dolor.
Por ello insiste en medir la actividad física y no descuidar el desarrollo mental para una salud perfecta y una vida plena de nuestros peludos compañeros.
JASJ