La Unión de ejidos surgió para defender a los núcleos de las afectaciones de la minería no metálica y despojos en su contra, así como para apoyarlos a que accedan de manera igualitaria a beneficios gubernamentales.
Lo anterior de acuerdo a Silvestre López Martínez, presidente del comité de Vigilancia de dicha organización, la cual inició labores hace aproximadamente un año y medio en Atotonilco de Tula.
Durante este lapso a la agrupación se han incorporado siete ejidos de Atotonilco de Tula, más otros dos de la zona, y ya están en pláticas para integrar al ejido de Tula, San Miguel, San Pedro Alpuyeca y El Llano, todos estos últimos de Tula de Allende.
Como parte de las acciones de defensa a los ejidos, señaló que ya trabajan en acuerdos y convenios para fijar precios de las materias primas, a fin de ofrecer precios justos para los núcleos, que permitan ganancias y por ende no ocasionen competencia desleal.
Sostuvo que no se puede permitir precios muy bajos para ganar los contratos, pues con estos prácticamente se regala la materia prima, por lo que se pretende fijar los precios para que las empresas no afecten a los demás ejidos.
Esto pues las firmas buscan pagar a bajos precios, con la amenaza de no concretar las transacciones y buscar otro ejido proveedor si no acepta el pago bajo por el material pétreo.
Indicó que están trabajando en el convenio y hay confianza en que estos acuerdos se cumplan, pues los núcleos adheridos a la Unión de ejidos se ciñen a los estatutos de ésta, aunque resaltó que los ejidos son autónomos, pero insistió en que este acuerdo les beneficia.
Defensa de pago por seguro catastrófico
La Unión de ejidos recientemente logró que la empresa con la que el gobierno contrató el seguro catastrófico para cultivos mejorara sus montos de pago en Atotonilco, y es que ésta, dijo López Martínez, no quería pagar las cosechas pérdidas a un precio justo.
La firma sólo pretendía pagar 500 pesos por campesino y amagó incluso con no pagarles si no aceptaban el precio inicial, advirtiéndoles que esos fondos se irían a otros ejidos.
Pero como todos los ejidos del municipio ya pertenecen a la Unión, le reviraron a la aseguradora que no se firmaría ninguna entrega sino se mejoraba el precio para todos los núcleos agrarios, lo que finalmente sucedió y lograron que el pago fuera de 3 mil pesos por campesino.
Además de obtener un mejor pago, las gestiones de la Unión consiguieron en que no sólo fueran beneficiadas 80 hectáreas de cultivos, sino 480, por lo que destacó que esta agrupación tiene como finalidad buscar mayores beneficios para los ejidatarios.