Con santos, holanes, papel y brillos son fabricadas coronas en la localidad de Duarte, hechas por manos de unas pocas habitantes que, como herencia general, han aprendido a elaborarlas.
Es común que, para cada Día de Muertos, las personas lleven veladoras y flores a las tumbas de sus familiares difuntos. Pero desde hace ya algún tiempo, debido a que estas suelen durar poco tiempo, surgió la tradición de elaborar coronas de papel, que son adornadas con distintos materiales.
“De toda la vida, antes se usaban unas coronas que se hacían de zacate, de tunita, de barba peña, esas eran las originales y antes eran esas, las de flores naturales; de la tunita, del chimal...”, explicó Doña Rosa Soto, quien se ha dedicado por 40 años a la elaboración de estas coronas.
Una de las pocas personas que se dedican a esto en la comunidad de Duarte es la señora Rosa Soto, quien, por herencia familiar, lleva casi 40 años dedicándose a esta labor.
Comentan que comienzan a elaborar estos adornos con tres o cuatro meses de anticipación, si cuentan con más personas que colaboren; y en caso de que sea una sola persona la encargada de realizarlas, incluso pueden demorar todo un año haciéndolas, construyendo poco a poco los elementos que las conforman.
Vale decir que, dado que esta es una de las tradiciones que distinguen al municipio, comenta que hay muchas personas que llegan exclusivamente para comprar estos bellos y artesanales adornos.
“Vienen de Comanjilla, de León, vienen hasta de Purísima de Bustos a comprarme a mí... de los Sauces, vienen de otras comunidades”, relató.
La manera de realizarlas consta de colocar periódico debajo de las figuras de los santos o los aros que conforman las coronas, para luego poner el resto de las piezas encima, que pueden ir desde moños de plástico, holanes, cuentas brillantes, flores, brillos, y, desde luego, los rostros de los santos.
En Duarte se pueden encontrar coronas de la Virgen de Guadalupe, el Sagrado Corazón de Jesús, el Niño Dios o San Judas Tadeo.
De acuerdo con la tradición, las personas llevan estas coronas a ‘los angelitos’ el día primero de noviembre, y el segundo día las llevan a los fieles difuntos.
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