Daniel Martin, dueño del gimansio “Body Building Fitness gym”, mismo que abrió sus puertas un poco antes de la pandemia; debido a que uno cercano en el centro de Tlaquepaque cerró y en su afán de salir adelante con un proyecto propio para brindar este servicio a su comunidad, incursionó en este sector. Sin embargo, en exclusiva para Mielnio Jalisco, platicó que no fue fácil el salir adelante con el negocio, debido a la emergencia sanitaria.
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Al inicio de la contingencia donde les permitían un aforo del 50 por ciento, no era tan difícil seguir solventando sus gastos, ya que este no era su único ingreso, porque también se dedica a la venta de aparatos de entrenamiento. Y para su fortuna el propietario del local, le redujo la renta a la mitad de lo acordado, logrando así llegar a un acuerdo con su personal de trabajo.
Fue entonces hasta que se dio la restricción de horario, cuando Daniel debía cerrar sus puertas inclusive hasta una hora antes del límite permitido; pues tomando en cuenta que una rutina dura entre una hora, hora y media, el dejaba de recibir gente a las 18:00 horas.
“Quién estaba adentro terminaba de entrenar y se iba saliendo; 10 minutos antes cerrábamos porque sí había como una cacería hacia nosotros, entonces a mí me convenía más estar cerrado que estar abriendo parcialmente; a la mayoría, porque tienes mismos gastos, pero muchísimo menor ingreso, entonces sí nos pegaba mucho”, dijo Daniel Martín, dueño del gimansio 'Body Building Fitness gym'.
Aunado al tema, señaló que en cuanto a la respuesta de sus clientes hubo dos panoramas, por un lado estaban quiénes no les importaba, pues decían que aunque fuera una declaratoria por parte de la mesa de salud, no era problema de ellos y buscaban que se les regresará parte de lo invertido; A lo que Dani tomó la decisión de recorrerles las mensualidad, para cuando abrieran; mientras que, hubo otros que si fueron empáticos e inclusive dijeron que si requería que le siguieran pagando la mensualidad, lo harían con gusto, porque lo conocían desde chico.
No obstante, añadió que si hubo a quienes les fue peor con el covid-19 y tuvieron que cerrar sus gimanasios; pero ese hecho se vio reflejado en su otro negocio. Aunque la mayoría de las personas creería que con el cierre de espacios deportivos y la adaptación a una vida saludable en ausencia de ellos, la gente buscaría la manera de conseguir equipos de sistema de entrenamiento, para Daniel fue también otro golpe, porque no fue lo mismo venderle a personas en cantidades pequeñas, que a grandes empresas.
“Porque mi fuerte son los gimnasios, entonces de tener ventas a lo mejor grandes de un de repente un gimnasio completo o varias máquinas, empecé a buscar yo el método de vender a casas; Entonces lo que empecé a vender mucho fueron bicicletas de Spinning, cosas pequeñas para la casa, pero no va nada de una bicicleta de Spinning a vender por ejemplo una caminadora o 10 caminadoras o cosas así, entonces también fue un golpe muy fuerte porque me pegó por los dos lados“, mencionó.
Pero él no fue el único afectado, pues cabe señalar que según cifras de Mauro Guerrero, Presidente de la Unión de Propietarios de Gimnasios en Jalisco, antes de la llegada del covid-19, se tenían registrados un total de 2 mil 600 gimnasios en todo el estado, de modo que actualmente solo cuentan con mil 584, es decir al rededor del 46 por ciento se fue a la quiebra, lo que evidencia que este gremio sufrió múltiples afectaciones.
JMH