Carlos Graniel Tamayo, jefe del área de biomédica en el Hospital General de Occidente, en conjunto de cinco compañeros más, fueron pieza clave en la lucha del coronavirus en Jalisco ya que se encargaron de mantener todo el equipamiento médico como los monitores de signos vitales, ventiladores mecánicos y la habilitación de las camas, que ha sido utilizado para dar atención a las personas contagiadas por coronavirus, en condiciones seguras para su funcionamiento.
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Con todo el trabajo realizado Carlos Graniel compartió haber sentido mucha preocupación al inicio de la emergencia sanitaria, pues en ellos recae una responsabilidad muy importante.
“El trabajar a marchas forzadas el tener un ventilador habilitar un ventilador más un monitor más o instalar una cama más yo lo considero como salvar una vida el que hay un espacio disponible la posibilidad de atender una persona más tener esa responsabilidad y esa carga”, dijo.
También fueron los encargados de acondicionar los hospitales donde actualmente atienden a personas positivas del nuevo coronavirus SARS-CoV2, causante de la enfermedad covid-19, además de haber participado en el proyecto de readaptación del Hospital Ángel Leaño.
“Nuestro principal trabajo fue detrás del telón, pero si entramos a las áreas de atención banco covid-19. De hecho, el primer día que se habilitó nosotros lo habilitamos y posteriormente si nos tocó entrar con el equipo de protección personal”, detalló Graniel.
A pesar de que les tocó dar batalla detrás de cámaras para ellos cada artefacto médico, la readaptación de espacios, era de suma importancia, pues cada camilla albergaría a una persona que una historia de vida que daría lucha al coronavirus.
Pensar en que los pacientes que ingresarían al hospital y el poder apoyarlos teniendo todo en las condiciones óptimas, era su motor de cada día.
“Uno revisa estadísticas y puesto a números pero esos números tiene nombre y apellido caras tiene familiares y toda la gente que está alrededor es una atmósfera pues sí tenemos el coronavirus y nos vayamos hasta la casa al menos en la mente pero con esa convicción de trabajar y hacer nuestra función de la mejor manera”.
También compartió que a pesar de que el coronavirus transformó la vida de los mexicanos y jaliscienses, y de ahora en adelante se tenga que portar el cubrebocas, él aprendió a través los pacientes infectados, de los profesionales de la salud que también es posible sonreír con los ojos.
MC