Rebeca ha encontrado en la técnica de crochet una forma sencilla y entrañable de agradecer a las médicas y enfermeros que atienden la pandemia actual de coronavirus. Con una aguja de ganchito, coloridos estambres, un puñado de creatividad y mucha paciencia, cumple su misión: confeccionar ositos con cubrebocas para el personal de salud que está en el frente de batalla.
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¿Por qué con cubrebocas?"Porque todos, incluso los ositos, tienen que acatar las medidas de prevención. Y también porque como son doctorcitos y van a entrar al quirófano requieren un cubrebocas, y así se los regalo a los doctores; tienen su traje y su cubrebocas porque van a entrar a quirófano y les parece agraciado a ellos, todos reciben su regalito”, explica Rebeca.
Las buenas acciones regocijan el corazón y espíritu de esta mujer de 93 años, por lo que orgullosamente ha sido parte de campañas altruistas como la entrega de gorritos invernales a los niños con cáncer y comunidades huicholes.
Las ideas, platica, surgen de las cosas que ve en su cotidianidad. Un ejemplo de ello, es la amplia colección de cactus a escala real que tiene esparcida por algunos rincones de su hogar.
“Llegan ideas, ¿de dónde? Quién sabe, ahí, por ejemplo, alguien me regaló un cactus, y de ahí me puse a tejer cactus de diferentes formas”, comenta.
Antes de que llegue la nochebuena, Rebeca ya comenzó a tejer los regalos para sus hijos y nietos.
MC