Debido a la falta de camas hospitalarias en los nosocomios, el covid-19 terminó por cobrar la vida de un octavo sacerdote del Arzobispado de Guadalajara, quien de último momento presentó síntomas graves, así lo informó el cardenal José Francisco Robles Ortega.
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“Ha subido, el domingo pasado le reporte el número siete de defunciones, ahora tenemos que lamentar uno más, van ocho difuntos por el covid-19”, dijo.
“Él estaba en su casa, porque no hubo manera de internarlo precisamente por las dificultades que se están teniendo - ¿entonces no encontraron lugar para internarlo?- entiendo que no, estaban esperando eso”, agregó.
Además informó que los estudiantes del Seminario Mayor ya regresaron a clases presenciales aunque los alumnos del seminario menor lo harán hasta el próximo viernes 15 de enero.
No obstante, hizo hincapié en que ambas instituciones retomaron las aulas bajo estrictos protocolos sanitarios.
“Bueno, con todas las medidas de prevención que están indicadas y manteniendo a los internos, que no hay la entrada y salida como en los tiempos normales que salen los fines de semana en apostolado; en este tiempo de la pandemia, se internan y permanecen internos, y en el interior del seminario se tratan de seguir todas las recomendaciones de prevención para el contagio”, mencionó.
En tanto a los contagiados, la cifra incrementó a 123 sacerdotes; 26 activos, 23 están aislados en casa y únicamente 3 hospitalizados.
JMH