En el poblado conocido como Tototlán del Oro, en Jalisco, no creen que exista el coronavirus, a pesar de que entre sus habitantes hay seis casos confirmados de covid-19. Tan solo en una familia son cuatro los contagiados: dos adolescentes, una de 13 años y su hermano de 15. Además del tío y prima. Ninguno de los menores presentó síntomas, dijo Belén, quien también es hermana y tía de los otros contagiados.
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La localidad tiene 150 habitantes y se encuentra a 20 minutos de la cabecera municipal de Cuautla, en la región Sierra Occidental de la entidad. La señora, junto con su esposo, aseguró que cumplieron con el aislamiento, pero ¿ahora qué sigue? Denuncian que han sufrido discriminación y se sienten señalados por el pueblo.
La información (sobre los resultados por parte del Sector Salud) debió llegar en un sobre y no una hoja impresa donde “solamente le vas cambiando el nombre. El resultado debe venir en un sobre cerrado por si se extravía o algo, pero todavía venirnos a señalar y juntarnos en la plaza para recoger su papel, los que iban a recogerlos es porque eran positivos”, reprochó el esposo de Belén.
De acuerdo con el Agente Municipal de Totatlán del Oro, Alberto Villaseñor, fue durante las fiestas patronales de San José, que se realizaron del 17 al 19 de marzo, donde se dio el contagio, ya que muchos de los asistentes provenían de Estados Unidos. Entre ellos residentes de Arizona y Washington.
“Hace varios días se hicieron unas pruebas del coronavirus y se dieron como seis casos positivos. Eran dos muchachas que venían de Estados Unidos, pero aquí en la localidad se dieron cuatro casos más, en total son seis, pero hasta la fecha todo tranquilo”, comentó. De hecho, ya regresaron a su lugar de residencia, y “las personas que están aquí, ya están por concluir su cuarentena por así decirlo”.
“Mi hija, -recordó la señora Belén-, bailó con el muchacho y, es más, aquí estuvieron todos los infectados, porque él convivió con toda la gente. Entonces, yo le hice la prueba a mi hija porque oigo virus, y pienso en muerte”, dijo.
Tras la confirmación, todos guardaron distancia. “Y dice mi hija, ay que feo se siente ¿y qué quieres que hagamos?, respondió su padre. Tenemos que protegernos. “No entendimos ni por qué nos tuvimos que aislar, porque la verdad nunca presentó ni temperatura. No hubo síntomas. Ningún malestar, nada. Es que dicen que son casos asintomáticos, ¿entonces cuál es la peligrosidad del virus si no hay síntomas?”, insistió la lugareña.
Tototlán del Oro es pueblo chico, infierno grande: “No hubo nada de discreción, aquí llegaron y dijeron fulano sí lo tiene, y pues te ven como un animal extraño”, dijo la entrevistada. O sea, “ellas nunca estuvieron con algún síntoma. Entonces esas personas positivas eran compañeros del que estuvo enfermo en Cuautla, como no fue cierto, la gente ya empezó a desconfiar”, dijo Blanca, otra vecina.
Aunque para Néstor García, todo es un chisme. “No es cierto a ellas las dejaron pasar para los Estados Unidos, decían que tenía, pero no es cierto, no ande creyendo eso”. Sin embargo, una de las mujeres se sometió a otra prueba. “La (que residen en Arizona) también salió positiva aquí, y ella se hizo la prueba allá salió negativa. Entonces qué te podemos decir. Para mí son pruebas el patito estas chingaderas y nomás estamos ahí pendejeando”, expresó molesto el padre de la adolescente de 13 años.
Cuautla tiene una población de 2 mil habitantes y concentra el 9 por ciento de todas las personas con covid19 en Jalisco, pero para los pobladores de Tototlán del Oro no existe el coronavirus y menos después de que el primer caso confirmado fuera desmentido por la propia Secretaría de Salud.
“Creo en la enfermedad, pero como ha habido muchos dimes y diretes aquí en Jalisco, pues no sabemos qué pensar. Si es verdad o es mentira, nos meten la duda a todos”, dijo el Agente Municipal de Totatlán del Oro, Alberto Villaseñor. Pero “no es cierto, pues ya supiéramos todos quién está enfermo y quién no”, insistió don Néstor, quien desde hace 10 años regresó a su tierra, luego de vivir en Estados Unidos.
Beatriz -la de tienda-, dice dudosa: “Es que nadie ha presentado síntomas. Entonces, ¿cuál es la peligrosidad?”, se preguntan en este pueblo donde se ven como familia y se llaman primos.
MC