Redes sociales ampliaron mercado de trabajadoras sexuales; sube 20% en pandemia

En la entidad no hay estadísticas que hablen sobre el trabajo sexual, es decir las autoridades no saben a ciencia cierta cuánta población realiza está actividad, pues si bien los obliga a llevar un control sanitario, sólo el 30 por ciento lo hace.

Prostitución (Foto/cortesía)
Anahy Meza
Tampico /

La prostitución fue una opción para muchos de los que se quedaron sin trabajo durante la pandemia por coronavirus, que creció en la Zona Conurbada un 20 por ciento; se estima que el comercio sexual mantiene unos 3 mil hogares, pese a ello Tamaulipas no avanza para reconocerlo como un trabajo que abriría un ramillete de derechos para los y las que ejercen el oficio.

En la entidad no hay estadísticas que hablen sobre el trabajo sexual, es decir las autoridades no saben a ciencia cierta cuánta población realiza está actividad, pues si bien los obliga a llevar un control sanitario, sólo el 30 por ciento lo hace.

Ana Karen López Quintana, presidenta de la Asociación Tamaulipas Diversidad Vihda Trans A. C, explicó que hoy 17 de diciembre se conmoemora el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Trabajadores Sexuales, y que de cada 10 personas que se dedican al sexo servicio, siete lo hacen de forma clandestina en la zona sur, pues las redes sociales han abierto un mercado nuevo, que permite el anonimato, pues ya no es necesario salir a las calles.

Prostitución fue una opción ante la perdida de trabajo por la pandemia


Para las asociaciones defensoras de los derechos sexuales, el comercio sexual tuvo un crecimiento de hasta un 20 por ciento, durante la pandemia, pues muchas personas se quedaron sin trabajo y vieron en esta actividad una forma de hacer dinero de forma independiente.

“Si tuvo un aumento, lo vemos en las páginas donde se anuncian compañeras y compañeros, yo creo que estamos hablando de un 20 por ciento”, indicó Claudia que se dedica al trabajo sexual y además es activista en pro de sus derechos.

Se estima que en este momento en Tampico, Madero y Altamira hay hasta 3 mil familias se están manteniendo de esta actividad, que pese a que contribuye a reactivar la economía no es visto en Tamaulipas todavía como un trabajo.


Harley Frida Barral Rocha, activista en pro de los derechos de las personas trans, indicó que debido a la pandemia de coronavirus y a que se detuvieron algunas actividades como los shows travestis y el funcionamiento de los salones de belleza, quienes se dedicaban a estos oficios vieron en la prostitución una puerta para trabajar.

Ana Karen López Quintana explicó que en la Ciudad de México se han hecho varios esfuerzos por reconocer el sexo servicio como un trabajo, sin embargo en Tamaulipas no hay un sólo avance, de hacerlo se abririría un ramillete de derechos para los que se dedican a la actividad.

Y es que los que se dedican a l comercio sexual enfrentan graves problemas de discriminación incluso para recibir atención médica., comentó la líder de Tamaulipas Diversidad VIHda Trans.

Crece prostitución por pandemia (Foto/cortesía)


En primera instancia ellas y ellos tienen que pagar un registro sanitario y un laboratorio para detección de VIH cada seis meses, que se ha buscado sea gratuito para tratar de captar al mayor número de trabajadores, pues ahora la mayoría busca eludir estos pagos.

Luego las autoridades sanitarias no cuentan con el suficiente abasto de material preventivo para contraer enfermedades de transmisión sexual, es decir no siempre hay preservativos para hombres disponibles, que se supone son gratis.

“No se reconoce el trabó sexual como trabajo, el registro sanitario se sigue cobrando las pruebas que son obligatorias para evitar la pandemia de VIH, que  son cada seis meses también se cobran, pero no se les da una atención integral de la salud, también pedimos que tengan los insumos de prevención disponible, hay desabasto de condones masculinos”.


Para Ana Karen la discriminación que reciben las personas que se dedican el trabajo sexual, hace que oculten la actividad, lo que además obstaculiza que los activistas puedan hacer llegar los metodos preventivos contra enfermedades de transmisión sexaul, así como información sobre sus derechos.

Los que ejercen la prositutución aseguran que el tema es difícil y escabroso, la inclusión de la delincuencia provoca que casi nadie quiera hablar sobre la violencia y abusos que hay para estas personas, inclusive las muertes o desapariciones siguen sin poderse resolver.

Celso Pérez Ruiz, de la asociación Tendremos Alas A. C., explicó que considerar esta actividad como un trabajo permitiría además de garantizar el derecho a la salud podrían mejorar el acceso a la justicia, el libre tránsito, derechos laborales, podrían asociarse y organizarse para la realización voluntaria (no trata de personas) de esta labor.

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