Este jueves dos aeroviajeros en Tampico que tenían como destino Canadá y Veracruz puerto, coincidieron en que los habitantes de la zona conurbada relajaron las medidas de protección, cuando en otras partes del mundo existe conciencia ante el problema de salud que representa el coronavirus.
Ambos salieron del Aeropuerto Francisco Javier Mina por Aeroméxico que ha mantenido sus operaciones a los largo de la pandemia por covid-19, con modificaciones en sus vuelos pero activos.
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La primera entrevistada cuenta que su plan de vacaciones se vio afectado por las restricciones y la cuarentena establecida, que la retuvieron junto con su esposo desde principios de abril.
“Vine a ver a mi familia por vacaciones de Semana Santa, mi esposo y yo vivimos en Canadá ahora, desde hace poco tiempo, pero esta situación hizo que nos quedamos varados, y pues tuvimos que aceptarlo”, dijo.
Aseguró que todavía continúan restringidos vuelos para turismo, pero dijo llegó el momento de volver a casa y que es necesario que la población haga conciencia en las medidas sanitarias, porque nadie hace caso, contrario a la forma en que se actúa en el extranjero.
“En esta zona se relajan con las medidas sanitarias cuando en el país del que venimos son más conscientes del problema que representa el coronavirus”, dijo la paisana que viaja con su esposo. "Aquí ves que andan en la calle sin ninguna protección, no respetan las medidas, es como si para ellos no pasara nada, no hay conciencia", dijo.
Lo positivo dentro de lo negativo del SARS-CoV-2, es que esto permitió pasar más tiempo con la familia, refieren los dos adultos de la tercera edad, pese a que ella trae un poco de tos, los protocolos establecidos en la terminal aérea aprueban su buena salud y puede viajar, le han tomado la temperatura y cumplió con el cuestionario.
Estrés y desgaste
Un grupo de trabajadores que brindan mantenimiento a embarcaciones provenientes de México, Ciudad del Carmen y Veracruz, se forman para documentar su equipaje; antes han pasado por diversos protocolos sanitarios.
Al igual que la pareja de abuelitos, les han tomado la temperatura y proporcionado gel antibacterial, usan guantes y cubreboca, después de la revisión cumplen con el cuestionario que les pide describir su sintomatología y el propósito de la visita.
Miguel Ángel Martínez Nieto, expone que todos los mecanismos que se han establecidos son buenos, pero también cansados, porque en el caso de ellos tienen que pasar y pasar por revisiones.
Señaló que bajaron del helicóptero, punto donde también les fue tomada la temperatura, a lo que describió como un proceso estresante, que son buenos para descartar la enfermedad, pero con ellos son estrictos.
“Además de cumplir las reglas sanitarias y adaptarse a ellas, debemos aislarnos por 19 días en un hotel, tiempo en el que prefiero leer, porque aun y con las comodidades llega el momento de estrés".
Miguel Ángel forma parte de un grupo de cinco personas, lleva ocho años en esta labor y refiere que el panorama que ahora enfrentan les trae desgaste.