Una familia propietaria de un puesto ambulante perderá todos sus ingresos, algunas veces muy buenos, otras veces malos, con la contingencia sanitaria por Covid-19, lo que los mantiene en una incertidumbre como a tantos comerciantes de este tipo.
“Si de por sí no se vende, si nos dicen que dejemos de trabajar, ¿qué va a ser de nosotros?, luego que van a cerrar los mercados, ya todo restringen"
Esperan el momento en que autoridades de Salud les pida cerrar el negocio. En este caso, de dicha venta dependen 6 integrantes, entre ellos dos menores de edad.
Actualmente la zozobra es qué pasará en el instante en que dejen de vender, y la otra cuestión con la que combaten todos los días, es por el alza en precios, que van desde la carne de buena calidad, el tomate, aguacate, cebolla, limón, chile piquín y demás aspectos que se utilizan en la preparación de estos alimentos, sumado al pago por vender en vía pública.
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Con ello, también se agrega el pago por luz y agua, así como la compra de refrescos, en caso de que el cliente lo solicite. Otros comerciantes, utilizan desechables, el gasto extra también implica la compra de bolsas plásticas. Que si en un día se compra todo lo mencionado sobrepasa la ganancia que recolectan durante su jornada de trabajo, que es por la tarde-noche.
Poco a poco lo compran a fin de que puedan tener mercancía y no tener complicaciones. Asimismo, la compra de la tortilla para tacos de cecina que tiene un costo de 12 pesos y contiene 25 tortillas, de igual forma el pan que tiene un precio de seis pesos con cincuenta centavos, agregando a ello, el uso del tanque de gas.
“Aunque tengamos ahorros, no son suficientes, el gas acabará, la luz seguirá pagandose, hay que comprar los botellones de agua"
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Con todos esos gasto que son diarios, tienen que cubrir también lo básico para su hogar, despensa en la que incluyen huevo, tortillas o masa, jabón para ropa y trastes, limpiadores como cloro, pinol, jabón de pasta, cereal, leche, café y unas veces fruta o pollo. Aunado a ello, el pago de renta de una vivienda pequeña.
Pese a los miedos confían en que este panorama que se vive en el mundo por coronavirus que ya afecta a México y donde se han confirmado casos en Tamaulipas, pase pronto, al mismo tiempo en que esperan no ser desprotegidos por las autoridades, porque no seguir trabajando en su oficio es un golpe a su bolsillo y para su familia que dependen de ello.
Ubicados en el centro de Ciudad Madero, tienen con el negocio poco más de 40 años, ha visto desfilar generaciones, y también ha sido testigo de ventas extraordinarias, así como de ventas que van en descenso con el paso del tiempo, ya sea por la competencia de comida rápida, como pizzerias, pollo frito, entre otros negocios que se mantienen en locales.
“Dice Juan el de los troles que a partir del viernes los quitarán de la plaza, que les avisaron, y Leo dice que no está vendiendo mucho porque no hay gente… esa gente no piensa en los comerciantes, que están al día. Que no somos la gran taquerías con local, pero de ahí nos sostenemos"
ICGC