La ex coordinadora del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), Julia Tagüeña, informó que la centralización de las decisiones en ciencia, tecnología e innovación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) pone en riesgo la libertad de investigación científica y de cátedra en el país.
Tras presentar su renuncia a la coordinación del Foro debido a la falta de recursos que enfrenta organismo, la física criticó que el Conacyt procura la inexistencia de espacios para hacer oír las voces de la comunidad científica, académica y tecnológica, así como del sector productivo, en apoyo a la formulación de políticas y programas de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación.
“Una posición política en la cual se quiere centralizar las decisiones y el poder en una sola instancia, no se quiere que haya un cuerpo autónomo, que tome decisiones independientes, un asesor externo.
“Una concentración del poder en una sola organización no es el camino para la libertad de investigación y libertad de cátedra. Es importante recordar que el foro incluye a las principales academias del país, está la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior), cámara de industriales, el Sistema Nacional de Investigadores, es lo más incluyente posible”, señaló.
En entrevista con MILENIO, la también investigadora del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, dijo que el pasado 15 de junio presentó su renuncia a la coordinación general del Foro como un acuerdo con la mesa directiva, ante la imposibilidad de realizar más actividades por la falta de fondos.
Foro toma un perfil bajo por presupuesto
Tras 18 años de existencia, expuso, este es el primer año que el Conacyt no entrega en presupuesto para la operación del Foro, sin siquiera un espacio para la discusión del proyecto presupuestal del organismo.
Recordó que el artículo 38 de la Ley de Ciencia y Tecnología, establece Conacyt está obligado a darle fondos para su operación y pese a que, en la vía legal, el Foro ganó la suspensión definitiva contra la negativa del organismo a entregar los fondos, obteniendo también un amparo en primera instancia, hasta ahora los recursos no han sido entregados.
Esto ha provocado el despido de más de una veintena de colaboradores, la suspensión parcial de actividades y que sus bienes inmuebles y muebles queden en posesión de la UNAM, que se encargará de su mantenimiento.
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“Si es importante decir que no desaparece el foro consultivo, adquiere un perfil bajo. Ante la falta de actividades y recursos no había sentido que existiera un coordinador.
“Es una tristeza que en este momento ocurra esto, porque con los últimos recursos pudimos echar a andar una página de información sobre covid-19, había difusión, pero con esto se para”, manifestó.
En 2002, el FCCyT fue creado con la Ley de Ciencia y Tecnología aún vigente, y el estatuto orgánico del Conacyt lo concibe como un órgano autónomo de consulta permanente para el Ejecutivo federal.
La doctora Taguëña aseguró que en el marco de la discusión de la nueva Ley general de Ciencia, Tecnología e Innovación es necesario que la comunidad científica defienda espacios como el Foro Consultivo debido a que la ciencia requiere de la participación libre de la sociedad.
Asimismo, aseguró que esta discusión es una buena oportunidad para repensar el papel del FCCyT, que deberá entrar en una nueva etapa de funcionamiento.
“El desarrollo de la ciencia tiene que estar basado en la libertad de cátedra y de investigación. Un sistema que no lleve la voz de la comunidad científica, tecnológica y de innovación hasta la política científica es irrelevante para México. Un país sin ciencia, tecnología e innovación no tiene futuro”, recalcó.
LP