La mixología es el arte de ofrecer la experiencia universal de compartir momentos a través de un Old Fashion, Negroni o Martini. Un lenguaje que desafía las limitantes del tiempo, distancia e idioma a través de olores, sabores y texturas para disfrutar en tu barra de coctelería regional favorita, o bien, del otro lado del mundo.
Hace diez años el primer bar de coctelería en Torreón abrió sus puertas ofreciendo una ventana para probar nuevos aires. María Rubio, bartender consolidada en Torreón, con siete años de experiencia, define la experiencia de la coctelería como “momentos para conectar” y comparte su bagaje como barista en La Laguna.
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“En mi experiencia, empiezas a querer ser parte de ese mundo desde que ya eres ‘legal’ (18 años), quieres empezar a experimentar otros sabores. Todos nos tomamos una cerveza antes de que fuera legal, esos sabores ya los tenemos familiarizados, pero cuando ya tienes otras opciones a la mano es cuando se nos empieza a abrir el panorama”, comparte.
¿Qué buscan los laguneros en la mixología?
El calor y la cultura norteña, posicionaron a La Laguna como una de las regiones del país donde la cerveza es la bebida favorita; sin embargo, existen opciones dentro de la mixología que los laguneros arroparon como parte de sus predilectos, trago que decidieron no soltar.
“En su mayoría nos vamos por tragos un poquito más frescos como un Mojito. Buscamos estos sabores cítricos medio dulces acompañados de frutas, entonces es como dar un escaloncito más de lo que ya hacíamos en casa antes de ir a un bar de coctelería”, comparte la bartender.
“También los tragos frescos, pero un poco más secos, como lo podría ser un Aperol Spritz, que últimamente ha sido muy muy popular aquí en México. Lo hemos adoptado y se ha vuelto uno de nuestros cócteles favoritos de nosotros, los bartenders porque es super fácil de preparar. Es sabido que en todos lados tiene que saber igual, mismas medidas. Está fresco, pero ya es un licor, un poquito más seco por el vino espumoso”.
‘El amor entra por los ojos', se dicen, y para la bartender fue la clave del éxito de la mixología como nueva opción. Entre las características principales que reúnen los tragos favoritos de los laguneros está la belleza y estética.
"Ahora hay mucha publicidad con las fotos de los cócteles, y casi siempre se van por lo que se ve más bonito, incluso termina siendo cuestión de estatus".
Los matices y versatilidad son elementos que han jugado pieza clave para satisfacer el paladar lagunero. En experiencia de la barista, sí existe un licor que se ha vuelto el favorito en la región, puesto que, incluso, comensales pueden tener un trago en su mano sin saber que dicho alcohol es uno de los componentes básicos del mismo.
“Fíjate que, me puedo atrever a decir, que la ginebra está en número uno por su versatilidad, por tantas maneras y tantos licores que combinan con ella y tantas frutas. Para empezar los famosos gin and tonic, que te puedes hacer un gin and tonic de lo que te imagines. Una vez en el bar incluso llegaron unos clientes del sur y me pidieron uno de chile morrón”.
La ginebra parece, entonces, haber complementado la llegada del mezcal, cuya popularidad arrasó, no solo a nivel regional, sino que se convirtió en un referente mexicano a nivel internacional.
“Una bebida alcohólica que, una vez que la conocimos, ya no la soltamos, fue el mezcal. Le dimos esa pausita al tequila de ‘espérame tantito, papito’ y abrazamos y besamos el mezcal porque, al igual que la ginebra, es muy versátil y funciona en diferentes preparaciones. Casi siempre en un cóctel picosito fresco o con naranja”.
¿Clásicos o de autor?
Es una verdad universal que un buen clásico nunca está de más. Pero el adaptable y veleidoso 2024 exige mantener la originalidad e innovación para asegurar la vigencia, o, por lo menos, intentarlo.
“Un martini, old fashion o margarita siempre serán los número uno”, comparte María Rubio, “por el simple hecho de ser, tal cual, clásicos”; sin embargo, el hambre y voracidad con la que los laguneros buscan nuevas experiencias lleva a los baristas a exigirse ser originales y ofrecer tragos de autor con cuerpos desafiantes entre un menú de 60 opciones.
“En el bar que yo trabajo, mis compañeros y yo tratamos de ir sacando un trago con cada tendencia que vaya surgiendo, incluso sacamos un trago que se estuvo haciendo viral, claro, con nuestros propios ingredientes, inspirado en la escena de la bañera de la película Saltburn, y era un coctel blanco lechoso. Claro que son por temporadas, hasta que la tendencia muere. En su momento el que tuvimos fue el cóctel Barbie, y ahorita el que está de autor, que es de una servidora, es el Mezcarlata. Aquí en La Laguna sí somos de buscar lo que está de moda y de temporada, y siempre es un cóctel de autor”.
Aun con la popularidad de la coctelería de autor, son los tragos clásicos los que despiertan la curiosidad de los comensales, tanto por su elegancia destilada, como sencillez que abre paso a sabores áridos.
“A veces llegan a la barra y me doy cuenta por su plática que son nuevas en este mundo de la coctelería y me quieren pedir, por ejemplo, un Negroni o una bebida, un poquito más seca y ya les pregunto que si lo han probado antes. Se ve muy bonito, pero les recomiendo empezar con un trago más amigable que vaya abriendo su paladar poco a poco y que lo vaya acostumbrando”.
Lenguaje universal a través de papilas gustativas
Cada trago es una historia, y detrás de la preparación de los mismos hay un cúmulo de experiencias que derivan en la mezcla perfecta diseñada para abrir tu garganta y agudizar tus sentidos.
“Yo creo que cuando entras al mundo de la coctelería te hace querer dar un paso más. Cuando lo haces de manera responsable, te hace crear amistades, conexiones, relaciones, con diferente tipo de personalidades, se amplía demasiado tu círculo social. También es algo universal, es muy interesante como un Old Fashion se pide aquí y en China, Indonesia, Rusia, es lo interesante de la coctelería clásica”.
“En La Laguna ya somos una cultura un poco más avanzadilla en cuanto a cócteles, tanto los bartenders como consumidores. Buscamos cosas un poco más fuertes como un Old Fashion y un Negroni, pero me puedo atrever a decir que, pese a esto, el estándar, el trago que se puede generalizar y que no tiene falla, es un Mojito”.
Para la bartender, resumir un buen trago en una frase es, simplemente: momentos para conectar.
DAED