¿Qué pensarían los grandes forjadores de Nuevo León, entre ellos “los que hicieron de un desierto un vergel” como dijo el ex presidente Adolfo López Mateos en Villaldama en 1961, de la respuesta que han dado sus herederos a la petición de ceder agua de sus pozos concesionados a los más de 500 mil habitantes que llevan tres meses sin un abasto regular de agua? ¿Cuánto más aguantarán?
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Sin decirlo abiertamente, lo insinuó el presidente López Obrador al referirse a la crisis del agua que afecta a Nuevo León. Textualmente lo dijo el lunes 18 de julio en su mañanera.
“Y vamos a seguir pidiendo más apoyo tanto de quienes tienen agua para riego, que ayuden, que se solidaricen con la población que necesita el agua en las ciudades, en la zona metropolitana y también que se sumen todas las empresas y que ayuden . Hay casos en donde no se puede parar una empresa, porque el reinicio de su actividad llevaría un año, por ejemplo, las acereras. Pero hay otras que sí podrían ayudar, por ejemplo, las cerveceras y las refresqueras, que en el caso de Nuevo León en estos días ya tomen la decisión de no consumir agua para cerveza , para refresco y que se destine toda el agua para uso doméstico, que nos ayuden en eso, es una petición”.
El presidente López Obrador también urgió al gobierno del estado y a los empresarios de Nuevo León a llegar a un acuerdo como lo propuso el 2 de julio cuando dijo: “Urgen los acuerdos antes de que sea tarde” .
“Las empresas, lo dije la vez pasada, lo repito, que tomen esa decisión, van a ser apoyadas por nosotros, o sea podemos llegar a acuerdos para que no se vean tan afectadas.
“Hay dos empresas que distribuyen Coca Cola. Tengo entendido que una de ellas ya aportó, otra no. Entonces llamaría a todos para que ayudaran, lo mismo en el caso de la cerveza y pueden decir que ya están aportando, pero si se complica más la situación hay que seguir aportando, incluso detener la producción y dedicar toda el agua que se requiera a la gente”, dijo el Presidente.
En esta página de MILENIO hemos cambiado temporalmente su contenido, buscando hacer la crónica de un “desastre anunciado” desde el mes de noviembre del 2021. Hoy agregamos una página más a esta crónica recordando lo que nos dijo el doctor Luis Carlos Alatorre Cejudo, director general del Organismo de Cuenca del Río Bravo de la Conagua el 14 de julio pasado.
“En todos los acuíferos de la zona metropolitana de Monterrey ya no hay agua. Es decir, aunque venga un usuario a pedirme un pozo más, no se lo puedo autorizar. El balance hidrológico ante las entradas y las salidas que tiene del acuífero ya no se le habilita el dar un permiso más. Ahorita le estamos dando preferencia a Agua y Drenaje de perforar donde sea más factible. Estamos haciendo un modelo tridimensional de los acuíferos, para ver dónde colocar de manera equidistante esos pozos y evitar la competencia, para que el abatimiento sea más modulado”.
Tres de los diez municipios del área metropolitana de Monterrey se quedaron sin agua el pasado fin de semana: Monterrey, Escobedo y García, los cuales suman 2 millones 21 mil 402 habitantes, de los más de 5 millones 784 mil 442 personas que viven en la metrópoli, de acuerdo con el censo del Inegi hecho en 2020.
Estamos en un desierto de voluntades, sin la esperanza de que llueva o llegue un huracán.